Ryanair ha registrado unas pérdidas netas de 815 millones de euros durante el ejercicio fiscal comprendido entre marzo de 2020 y el mismo mes de 2021, por las restricciones contra el Covid-19, frente al beneficio neto de 1.002 millones de euros del anterior ejercicio, según datos publicados por la aerolínea.
En un comunicado, la compañía aérea ha lamentado que este periodo ha sido el «más difícil de los 35 años de la historia de Ryanair». «La pandemia ha provocado la caída del tráfico aéreo, ya que los gobiernos impusieron duras medidas como restricciones de viaje, prohibiciones de vuelos o cierres nacionales», ha añadido.
Durante el ejercicio pasado, la facturación de Ryanair se redujo un 81%, hasta los 1.640 millones de euros, frente a unos costes de 2.480 millones de euros, un 66% menos que en el mismo periodo de 2020.
En cuanto al número de viajeros, la aerolínea registró un 81% menos durante el ejercicio, con 27,5 millones de pasajeros, mientras que el factor de ocupación se situó en el 71%, 24 puntos porcentuales menos que en el año anterior.
Además, Ryanair alcanzó una liquidez de 3.150 millones de euros de efectivo a 31 de marzo. A lo largo del año pasado, la compañía obtuvo unos 1.950 millones de euros en nueva financiación y la tesorería se vio reforzada por los reembolsos de los proveedores durante el año.
PERSPECTIVAS PARA EL SIGUIENTE AÑO
Sobre las perspectivas para el siguiente ejercicio fiscal, la aerolínea prevé que el tráfico aéreo se sitúe entre 80 y 120 millones de viajeros.
Sin embargo, ha admitido que el ejercicio para 2022 será «difícil» porque «no se sabe cuándo y dónde se suavizarán las restricciones contra el Covid-19», dependiendo también del éxito del proceso de las vacunas este verano, que «permitan una relajación de las restricciones de viaje del gobierno europeo sobre el tráfico intraeuropeo a tiempo para el período de máxima afluencia entre julio y septiembre.