El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila y el consejero delegado, Onur Genç, no cobrarán la remuneración variable de 2020, «como gesto de responsabilidad en un año marcado por la pandemia de covid-19 y como muestra de su compromiso con los clientes, los accionistas, los empleados y toda la sociedad», según informa la entidad en un comunicado.
En total serán 330 empleados, incluyendo dirigentes del banco a nivel global y de distintos países, los que renuncian de forma voluntaria, total o parcialmente, a la retribución variable de 2020. En el caso del presidente, esta decisión conlleva una reducción del 44% en su remuneración generada en 2020; y para el consejero delegado representa un 45% menos.
Así, la remuneración fija de Carlos Torres Vila ha sido de 2,45 millones de euros y la aportación anual al sistema de previsión para la jubilación de 1,64 miles de euros (esta aportación fue fijada en 2017). En total, la remuneración correspondiente a 2020, incluyendo todos estos conceptos, es de 4,09 millones de euros, un 44% menos que la del año anterior. Adicionalmente, se han satisfecho 377.000 euros en primas anuales de seguro por fallecimiento e incapacidad, así como 228.000 euros en remuneración en especie.
EL CEO RECIBE 3,4 M€
Onur Genç también ha recibido la misma remuneración fija que el año anterior (2,17 millones de euros) y ha renunciado a su bonus correspondiente a 2020. El consejero delegado cuenta con un complemento a su retribución fija, en lugar de la pensión de jubilación (‘cash in lieu of pension’), y un complemento de movilidad, en atención a su condición de alto ejecutivo internacional, dos conceptos por los que ha percibido 1,25 millones de euros.
En total, su remuneración fue de 3,43 millones de euros el año pasado, un 45% menos que en 2019. Adicionalmente, el banco ha satisfecho 253.000 euros en primas anuales de seguro por fallecimiento e incapacidad y 132.000 euros en retribución en especie.
NUEVA POLÍTICIA DE RENUMERACIONES
Las novedades regulatorias en materia retributiva, cuya entrada en vigor está prevista en 2021, junto con los avances en la adopción de las mejores prácticas del mercado, han llevado a BBVA a actualizar su política de remuneraciones de los consejeros. El banco someterá esta política a la próxima Junta General de Accionistas y, de ser aprobada, aplicará a los ejercicios 2021, 2022 y 2023.
La propuesta avanza en la incorporación de las novedades incluidas en el Código de Buen Gobierno de las sociedades cotizadas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores -revisado en junio de 2020-. Asimismo, tiene en cuenta las Directivas SRD II, CRD V y las Guías de la Autoridad Bancaria Europea.
Las principales novedades de la política de remuneraciones de los consejeros son, la incorporación expresa del principio de igualdad retributiva entre hombres y mujeres; la inclusión de métricas relacionadas con la sostenibilidad en el esquema de retribución variable de los consejeros ejecutivos; las modificaciones en el calendario de pago de la parte diferida de la retribución variable anual de los consejeros ejecutivos; la transformación del sistema de previsión social del presidente, que modifica los importes de su remuneración y reduce su retribución total; Y cambios a la cláusula ‘malus’ (reducción) y ‘clawback’ (recuperación de cantidades abonadas) de la retribución variable anual de los consejeros ejecutivos.
SE REDUCE LA PENSION DE TORRES
La política incluye un cambio en el sistema de previsión del presidente para alinearse con las mejores prácticas del mercado a nivel internacional, que da continuidad a las modificaciones que ya se llevaron a cabo en 2015 y 2017. En esta ocasión, se propone reducir de forma significativa las aportaciones anuales a su pensión, que pasarán de 1,6 millones de euros (aproximadamente un 67% de su retribución fija anual) a 439.000 euros (el 15% de su retribución fija anual, en línea con las aportaciones a los planes de pensiones del resto de la alta dirección).
La diferencia entre ambas cifras se repartirá entre su retribución fija y su retribución variable objetivo, respetando el actual equilibrio entre estos componentes (45%-55%, respectivamente), salvo 157.000 euros anuales a los que ha renunciado el presidente, lo que supone un recorte del 25% de la cantidad que se integra en la retribución fija.
Por ello, su retribución total (fija, variable y pensión) se reduce con esta medida un 2%. Además, se reducen «significativamente» los niveles de las coberturas por fallecimiento e invalidez del presidente.