Abanca navega a contracorriente del sector financiero. La entidad ha disparado en casi un 50% su volumen de negocio durante los últimos tres años, coincidiendo con la presidencia de Juan Carlos Escotet y la puesta en marcha den plan de expansión que arrancó en junio de 2017 con el objetivo de convertir al banco en “el líder del noroeste español”.
En 2017 el volumen de negocio de Abanca era de aproximadamente 65.000 millones de euros, a cierre de este 2020 ya superaba los 95.000 millones considerando la integración de Bankoa. Precisamente las adquisiciones que ha realizado durante esos años son las que le han llevado a mejorar sus cifras. Así, tras adquirir Deutsche Bank Portugal y Caixa Geral de Depósitos España aumentó su volumen de negocio en 13.487 millones y con Bankoa otros 4.374 millones de euros. Sin embargo, a Escotet no le parece suficiente.
Durante la presentación de resultados anuales de Abanca –la pasada semana- aseguró que les interesan “las integraciones de mayor volumen de negocio” para así poder mantener su modelo de negocio y gobernanza. Por eso no descartan “nuevas alternativas que pueda haber en el mercado». El directivo especificó que este 2021 seguirán analizando las “oportunidades que surjan” tanto en España como en Portugal.
A CONTRA CORRIENTE
Además del volumen de negocio, la gallega también ha conseguido escalar posiciones en el ranking de entidades más grandes de España por activos totales. En 2014, cuando la entidad empieza a operar bajo la marca Abanca, se situaba como el décimo banco español con unos activos de 56.921 millones de euros. Pero en junio de 2017 cuando llegó Escotet a la presidencia se propuso hacerle escalar. A cierre de 2020 ya se posiciona como la sexta entidad de España con unos activos totales de más de 67.000 millones de euros.
El pasado ejercicio, un año especialmente complicado con motivo de la pandemia del covid-19 y que ha llevado a los seis bancos más grandes del país a registrar pérdidas conjuntas históricas de 5.535 millones de euros, Abanca consiguió un beneficio destacable comparado con sus iguales (bancos medianos) y también con algunos bancos que están por delante.
En concreto, registró en 2020 un beneficio atribuido de 160 millones de euros (un 60% menos que en el ejercicio anterior tras destinar 273 millones a anticipar provisiones) que supera al del Banco Sabadell, que por ejemplo, tras provisionar más de 2.000 millones, obtuvo un beneficio de apenas 2 millones de euros. En referencia a otras entidades españolas con activos totales de entre 50.000 y 100.000 millones de euros, el beneficio de Abanca ha estado aún lejos de la entidad que dirige María Dolores Dancausa (Bankinter ganó 317 millones de euros en 2020) pero por delante de Unicaja (78 millones de euros). Ibercaja y Kutxabank aún no han presentado sus cuentas anuales.
NUEVO MAPA BANCARIO
Ante el nuevo mapa bancario que se forjará en los próximos meses, cuando Bankia y CaixaBank se integren en marzo y Unicaja-Liberbank hagan lo propio de cara al verano, Abanca volverá a bajar un escalón en el ranking de bancos más grandes de España.
En este contexto, el venezolano tiene decidido que seguirá apostando por las compras. “Llevamos cinco integraciones en estos últimos años, casi una al año” justificaba, y eso es lo que van a seguir haciendo. El directivo aseguraba “no haber perdido el tren de las fusiones”. En estos años solo hay dos operaciones que se le han atravesado, la fusión con Liberbank y la compra de EuroBic.
Respecto a la primera, Abanca se entrometió cuando precisamente Liberbank y Unicaja intentaron su fusión por primera vez en 2019. Pero al final ni una ni la otra. La segunda se produjo hace justo un año. El 10 de febrero de 2020, Escotet acordaba la compra del 95% de las acciones de la portuguesa EuroBic. Cuatro meses después abandonaba la compra al no cumplirse las condiciones pactadas, según detallaron.
Actualmente Abanca estudia hacer lo propio con Novo Banco, aunque según puntualizó Escotet en este encuentro, la operación está aún “en proceso de revisión” y de considerar que cumple con los requisitos tomarán una postura. La entidad lusa puso a la venta en mayo de 2020 su negocio en España y su intención era cerrar la operación antes de que acabara el año, aunque finalmente esto no ha sido así. Si el presidente de Abanca decide dar el paso aumentaría su volumen de negocio en otros 6.000 millones de euros.