miércoles, 11 diciembre 2024

La técnica que reconstruye la mama con tejido de la propia paciente

Reconstruir la mama tras una mastectomía es mucho más que una cuestión estética. La pérdida de una mama puede causar problemas emocionales, psicológicos o incluso físicos, como una mayor susceptibilidad a sufrir lesiones de espalda. Actualmente existen diferentes técnicas capaces de restaurar su anatomía y funcionalidad. Y todo ello sin recurrir a una prótesis mamaria. Así, la técnica de reconstrucción de mama con colgajo DIEP (Deep Inferior Epigastric Perforator) es la que ofrece mejores resultados, como una mayor naturalidad y mejor evolución a largo plazo. Se caracteriza por tomar tejido del abdomen del paciente para reconstruir la mama y la única dificultad es su gran complejidad. De forma que el Hospital Ruber Internacional es uno de los pocos centros privados que disponen del equipo humano y técnico necesario para realizar este tipo de procedimientos quirúrgicos.

 

La reconstrucción mamaria devuelve la anatomía funcional y cosmética que ha perdido la paciente tras someterse a una mastectomía. Ya sea por un cáncer de mama (una de cada diez mujeres en España se verá afectada por ello) y en menor medida debido a un traumatismo o una infección. Reconstruir una mama implica restaurar tanto la piel, la areola y el pezón como la glándula mamaria. Tal y como explica el especialista en cirugía plástica, estética y reparadora del Hospital Ruber Internacional, César Casado, muchas veces solo es necesario reconstruir una de estas partes o tejidos porque hay otros que permanecen íntegros en la cirugía oncológica. Según indica el cirujano plástico, «esto depende del tumor y del tipo de mastectomía, que puede ser total al eliminar todos los tejidos, o parcial, donde solo extirpas un segmento de la mama».

El Hospital Ruber Internacional lleva a cabo unas 150 cirugías de reconstrucción mamaria cada año. Unas operaciones que tienen como objetivo restituir la integridad física y emocional de la paciente. «Si la paciente se ve mutilada, siempre se va a acordar de la enfermedad», destaca el doctor César Casado. Quien señala, que perder una mama puede condicionar la vida diaria de múltiples formas, comenzando por la autoestima de la paciente.

Actualmente la reconstrucción mamaria se plantea de forma tanto inmediata (reconstrucción a la vez que se extirpa la mama) como diferida. Esto es, después de haber terminado todos los tratamientos oncológicos, como la cirugía oncológica, quimioterapia y radioterapia. Ya sea de forma inmediata o diferida se puede hacer este procedimiento mediante prótesis-técnicas protésicas-o con tejido autólogo, de la propia paciente. Las características propias de la paciente son clave para determinar la técnica más idónea. La obesidad o el tabaquismo son contraindicaciones para algunos procedimientos. Así como el tipo de tratamiento. «La radioterapia es un tratamiento que salva muchas vidas, pero es menos compatible con algunas técnicas reconstructivas», subraya el doctor César Casado.

Dentro de las técnicas reconstructivas, el empleo del tejido de la propia paciente es considerado la mejor alternativa, ya que proporciona resultados estables y duraderos en el tiempo. Aporta características excelentes en términos de textura, volumen y simetría respecto a la mama sana y es compatible con el tratamiento curativo al que se somete la paciente. Más en concreto, la técnica de reconstrucción de mama con colgajo DIEP (Deep Inferior Epigastric Perforator) es la más sofisticada y avanzada de su tipo. Según informa el doctor César Casado, consiste en extraer grasa y piel del abdomen de la paciente. «La técnica DIEP se puede aplicar siempre que haya tejido en el abdomen, por debajo del ombligo, que es muy similar al de la mama», explica. De acuerdo con el doctor, ser candidato a esta cirugía no es cuestión de estar más o menos delgado, sino de la laxitud del tejido. Como indica, «si es muy laxo puedes cerrar abdomen y dejar una cicatriz tolerable».

Sin embargo, también es la técnica más compleja. Ya que, según asevera el doctor, requiere «coger vasos sanguíneos que son muy finos del abdomen, localizar vasos sanguíneos situados debajo de las costillas y unirlos a los del abdomen mediante microcirugía». De esta forma, es un procedimiento que requiere mucha experiencia y exigencia técnica, pero que perdura para siempre. Esto no sucede con las prótesis mamarias. «A una paciente con prótesis nunca le puedo dar el alta, la prótesis siempre se puede romper», señala el especialista en cirugía plástica. Además de que permanece invariable con el paso de los años. En cambio, la técnica DIEP reconstruye una mama que adelgaza, engorda y envejece al igual que hará la paciente.

Para lograr esto, el Hospital Ruber Internacional dispone del equipo técnico más sofisticado actualmente en el mercado. Entre las diferentes herramientas, el doctor César Casado destaca las cualidades del microscopio quirúrgico Kinevo 900. Según afirma, «te permite analizar la viabilidad de los tejidos en el momento en lugar de esperar hasta el postoperatorio para comprobar si ha funcionado. Es una herramienta más que facilita la viabilidad de las microsuturas vasculares».


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