Pascual, Heineken y Osborne marcan los ajustes tras el desplome de la hostelería

El Grupo Pascual ha presentado un ERE que afecta a unas 200 personas. Heineken va a reducir en un 20% el coste de personal en sus oficinas centrales y regionales. Y, Osborne, ha vendido la finca de más de 700 hectáreas de viñedo en la localidad toledana de Malpica de Tajo. La bodega, en la que trabajaba una treintena de personas, se dedicará ahora a la producción de pistacho y almendra.

Leche, zumos, café o agua, que vende Grupo Pascual, cerveza y vino son de los sectores más afectados por la caída de las ventas en el canal horeca. Ni el canal online, que ha sufrido un impulso, ni la venta en alimentación, harán recuperar el terreno perdido con la pandemia. Y los ajustes laborales, que hasta ahora se habían quedado frenados, comenzarán a aflorar si los cierres, totales o parciales del canal horeca, continúan en el tiempo.

Grupo Pascual ha indicado que el cambio se debe a una “reorganización por causas técnicas y organizativas, pero no económicas”. La distribuidora (Qualianza), el área industrial, y los servicios centrales, serán las áreas en las que más se concentrará el ajuste. La plantilla estaba inmersa en un expediente temporal de regulación de empleo, que se acaba el día 31 de diciembre.

El cierre de restaurantes, hoteles y bares, así como la caída del consumo, ha supuesto un descenso del 30% de las ventas del grupo Osborne. Expertos consultados por MERCA2 destacan que, aquellas bodegas con más de un 50% de exposición al canal horeca, serán quienes peor lo pasen. Por lo que respecta a las cerveceras, Heineken había visto caer sus ventas un 20% hasta mediados de año en España. En el caso de la hostelería, el desplome había sido del 37%. Las ventas en el canal de alimentación, que se incrementaron un 10%, no compensa.

NUEVO MERCADO PARA PASCUAL

La crisis ha llegado en el peor momento para compañías para Pascual. Ella, como otras firmas, están envueltas en un momento de cambio en el que el canal online, la omnicanalidad, y la transformación tanto digital como de procesos está sobre la mesa.

En el caso de las ventas de vino, aquellas bodegas más expuestas al canal horeca han visto descender sus ventas por encima del 60%. Y ello ha llevado a que, diferentes bodegas, hayan recortado su estructura comercial. Con una vendimia que ha sido calificada como buena, o muy buena, habrá que ver la salida que se le da a una producción que cuenta con el remanente de campañas anteriores.

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Respecto a las cerveceras, la caída de las ventas no ha supuesto la realización de ERTEs, algo que podría llegar. Incluso EREs. Con unos ingresos a la baja, la tensión en la liquidez seguirá presente. De ahí que su punto de mira se centrará en asegurar la tesorería.

Pascual, Heineken y Osborne son solo tres ejemplos de lo que puede venir a partir del primer trimestre de 2021. La eficacia de la vacuna podría ser un soplo de aire fresco. Aunque las medidas restrictivas siguen estando encima de la mesa, ante el no control de la segunda oleada, y la llegada de quienes definen como la tercera ola. Años atrás, las menores ventas en el mercado nacional se veían compensadas por las ventas al exterior. Un recurso que, con los mercados exteriores también afectados por el covid-19, no está siendo tal salvavidas.