Las eléctricas calculan que el precio de la luz se dispare más de un 50% hasta 2025

Noviembre ha sido el mes en el que las energéticas españolas se han puesto al día con el mercado. Así, Iberdrola, Endesa o Repsol, falta Naturgy que lo hará en febrero, han presentado a los inversores las estrategias y previsiones de su desempeño para los próximos años. Curiosamente, todas ellas coinciden en tres elementos muy conectados: una fuerte inversión en renovables, pagos milmillonarios en dividendos para sus accionistas y que el precio de la luz en el mercado mayorista en España no paré de subir hasta 2025 (de alguna forma había que pagar lo anterior).

Las estimaciones de un incremento continuado en el precio de la luz mayorista provienen directamente de las cuentas de Endesa e Iberdrola. Así, si se cumplen las previsiones de la firma que preside José Bogas el incremento de la factura hasta 2023 será del 50,9% respecto al de 2020. Por su parte, la eléctrica que dirige Ignacio Sánchez Galán vaticina que esa subida será (solo) del 30,5% hasta dicho año, pero que rozará el 40% en 2025. Por desgracia para los españoles, la clave no es el precio final en esos años, que es muy parecido, sino el que toman de referencia en éste que es de 32,6 y 36 euros, respectivamente.

Así, los valores que estiman tanto Endesa como Iberdrola para los próximos años son muy parecidos. En concreto, para 2021 esperan que el pool, el precio mayorista que rige las facturas de los españoles, vuelva a tomar cifras normales que se muevan entre los 46 y 47 euros. Una vez estabilizado en dicho rango, los analistas de ambas eléctricas señalan que seguirá subiendo en los siguientes periodos de forma más moderada. Así, para 2023 esperan que supere los 48 euros y para 2025 alcance los 50 euros.

EL GOBIERNO ESPERA QUE LAS RENOVABLES ABARATEN EL PRECIO

En definitiva, que las predicciones de las eléctricas es que el precio no pare de subir en el próximo lustro. Unas estimaciones que, sin embargo, chocan con la idea inicial de que la introducción de las renovables en el mix energético español debía presionar a la baja el precio del pool. Así, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha repetido a lo largo de todo el año que la introducción de este tipo de fuentes alternativas tendría un efecto sobre la factura de la luz en España.

Lo hizo en febrero, antes de la pandemia, en su primera comparecencia en el Congreso. «El mercado eléctrico está descontando ya la apuesta de este Gobierno por las renovables», argumentó Ribera acerca de la caída del precio de la luz en enero de 2020. Y, a su vez, subió la apuesta en varias ocasiones. En septiembre llegó a vaticinar que el precio de la electricidad convergerá (a la baja) con el de Francia y Alemania en 2023 y qué, a partir de ahí, será más barata gracias a la progresiva integración de las energías limpias.

Ahora, esas previsiones chocan frontalmente con las de las grandes eléctricas del país. Aunque no tienen porque estar mal, de hecho, Endesa e Iberdrola ya se equivocaron en el precio actual, y tuvieron que retocar a la baja, en sus anteriores planes estratégicos.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2