El de los autónomos es un colectivo muy expuesto a acumular deudas. En la mayoría de los casos no es que el afectado no quiera pagar, sino que son las propias deudas de sus clientes las que le llevan a un estado de insolvencia. Esto un grave problema que puede acabar con el patrimonio personal del afectado, por lo que conviene tomar medidas lo antes posible.
Un autónomo no es una sociedad, por lo que no tiene su responsabilidad limitada en modo alguno. Lo que significa que de las deudas derivadas de su negocio debe responder personalmente con su patrimonio, e incluso con el patrimonio de su pareja si está casado en régimen de sociedad de gananciales.
3Deudas de los autónomos con Hacienda y la Seguridad Social
De entre todos los pagos a los que tiene que hacer frente un autónomo, muchas veces los más difíciles de atender son las deudas públicas contraídas con Hacienda o con la Seguridad Social. De ahí que siempre se haya criticado el hecho de que la LSO no sea más flexible a la hora de permitir a los trabajadores por cuenta propia reducir este tipo de deudas si están en el procedimiento de segunda oportunidad.
Antes hemos visto que este tipo de deudas no son cancelables, pero la jurisprudencia lo ha matizado. En julio de 2019 el Tribunal Supremo falló a favor de los afectados, estableciendo que no hay realmente razón para que la Agencia Tributaria o la Seguridad Social sean tratados de forma diferente al resto de acreedores, dándoles más preferencia para cobrar.
