La sal últimamente está siendo «perseguida», junto con el azúcar, en esta vorágine de comida sana y cuidar tu organismo. Pero como todo la virtud está en medio y ni debes de abusar pero tampoco dejar de tomar, en este caso sal. Pero lo que nos ocupará ahora es que, una vez aclarado esto, qué tipo de sal conviene en cada caso y cuál usar: si la fina o la gorda.
La sal potencia los sabores de los platos, y además es imprescindible para el organismo. Pero si consumes la primera que tomas en el supermercado, ya es hora de que conozcas cada tipo de sal, sus beneficios y de qué forma se usa en la cocina. La vida requiere de este aditivo y hay que evitar lo soso, y más en los tiempos que corren.
Tiene un característico tono rosado, y como su nombre indicada ya, se trata de una sal de roca. Su sabor ligeramente amargo la hacen muy apreciada entre los restaurantes de alta cocina. Hay muchos otros tipos de sazonadores de sal con diferentes especias. Por ejemplo, con hierbas, con pimentón, con tomate, con canela, con vainilla, de regaliz… Es un tipo de sal baja en sodio, que es sustituido por potasio. Potencia el sabor de muchos platos y se suele tomar en algunos procesos por indicación médica. Son un tipo de sales gourmet que se emplean en la cocina para dar un toque sutil a la presentación de los platos. Provienen de aguas muy puras, que se han tratado con métodos muy exclusivos. Se utilizan para decorar los platos. En algunos casos llevan como aditivo extracto de limón (especial para pescados y ensaladas) y en otros casos carbono vegetal (escamas de sal negra).Otras sales
Sal del Himalaya
Sales aromatizadas
Sal hiposódica
Escamas de sal