Una carretera debería ser una ruta segura para la circulación. Con un buen pavimento para una correcta adherencia de los neumáticos del vehículo, visibilidad suficiente para no toparse con obstáculos de forma repentina, debería estar bien señalizada para aportar al conductor toda la información que necesita, con buenos arcenes para apartarse si se necesita, y con algunos elementos extra de protección como los quitamiedos, etc.
Pese a que se hacen muchas campañas de concienciación para la seguridad vial, y pese a que se conoce lo que debería ser una carretera segura, en algunas zonas de España sigue habiendo carreteras muy descuidadas y peligrosas. Ya sea por su estado de mantenimiento o por el lugar donde se encuentran. Curvas, zonas deslizantes, señales borradas, mala visibilidad,… y todo eso ha costado muchos accidentes y muertes, incluso con el coche más avanzado y seguro.
La carretera más peligrosa
Carretera en mal estado
Una carretera en mal estado es un peligro para todos los que circulan por ellas, vayan en el vehículo que vayan, y también para los peatones que circulen por los arcenes o que se decidan a cruzar. Todos ellos están en peligro por diversas cuestiones.
Además, no solo implica riesgos de accidente, también riesgos mecánicos para los vehículos. Por ejemplo, pueden producirse más pinchazos debido al pavimento, rotura de suspensiones, pérdida de piezas debido a las vibraciones, etc.
Según algunos informes de EuroRAP, el programa europeo para la evaluación de riesgos en carretera, el 14.5% de las carreteras de la Red de Carreteras del Estado no tiene un mantenimiento adecuado y se consideran peligrosas. Ya sea por problema en el pavimento, mala señalización vertical u horizontal, falta de sistemas de contención, problemas de iluminación y visibilidad, etc.
Problemas frecuentes
Los problemas más frecuentes que se han podido analizar en los estudios han sido:
- Señalización: en ocasiones no está, en otras es ilegible o no se puede apreciar por que la tapan otros elementos, por estar mal situada, etc. Esto puede generar problemas para los conductores y accidentes en algunos casos.
- Firmes: el pavimento o asfalto también suele ser malo, con grietas, baches, zonas deslizantes, falta de peraltes en curvas, acumulación de agua y aquaplaning, fatiga del conductor, etc.
- Elementos de protección: los guardarraíles no existen en algunas zonas, lo que puede hacer que si el coche se desvía o se sale de la carretera se pueda ir directo a un barranco, al agua, etc., poniendo en riesgo la vida de sus ocupantes. Según las estadísticas, en torno al 30% de los accidentes mortales suele ser debido a salidas de las vías según la DGT.
- Iluminación y visibilidad: ya sea por curvas muy cerradas, edificios o plantas que tapan la visión, iluminación artificial deficiente, o por problemas naturales (niebla, lluvia, nieve,…), es otro de los serios problemas de una carretera que más sustos y accidentes causa.
