martes, 12 noviembre 2024

Vicente Vallés culmina la muerte del busto a golpe de editorial

El periodista y presentador de Antena 3 Noticias, Vicente Vallés, ha sido uno de los trending topic de las redes sociales durante la pandemia provocada por el coronavirus. Mucha gente ha cabalgado entre el estupor de ver a un conductor de informativos editorializar, y el alivio de encontrar en la televisión -precisamente- el abrazo ideológico que cada persona busca en un medio de comunicación. Aunque todo esto solo ha sido la culminación de algo que el propio Vallés inició en siglo pasado.

Históricamente, los presentadores de informativos han sido considerados como «bustos parlantes». Se sentaban frente a los españoles, leían y narraban. 30 minutos de dar entradas a reporteros y enunciar noticias parecía ser su trabajo. Todo ello mientras en el imaginario colectivo calaba la idea romántica americana de informativos más dinámicos que, también es cierto, a veces se mezclaban con el concepto de ‘late show’ y la capacidad de un presentador de expresar opiniones.

Por eso, hace una década, muchos informativos empezaron a meter tecnología en los platós, usar ‘video wall’ muy grandes e, incluso, hacer pasear a los presentadores. El inicio de la muerte de los bustos se había puesto en marcha. Pero muchos años antes, Vicente Vallés, ya empezó a ejercer el oficio televisivo de una forma que ahora, gracias en gran medida a las redes sociales, por fin puede calar.

En 1998 Vallés hacía su primera incursión en un tipo de formato donde la información y la opinión iban de la mano. En distintas voces, pero en un mismo plató. Fue en ‘La mirada crítica‘, en Telecinco, donde se fraguaba esa idea. Años más tarde, entre 2004 y 2008, con Vicente Vallés al frente, fue cuando el programa alcanzó una importante influencia por sus contenidos, cercanos a la actualidad política y social.

https://www.youtube.com/watch?v=9y0Trh2VnYY

UN NUEVO PASO, Y UN PASO CLARO

En 2008 Vicente Vallés dio un giro a su carrera. O en realidad, se trataba de un paso al frente en su concepción de lo que podía y debía ser un presentador de un programa informativo. Abandonó Telecinco, en medio de una pseudopolémica que ponía al frente de ‘La mirada crítica’ a María Teresa Campos, pero que el propio Vallés zanjó.

Se iba porque él quería. Porque en ese momento sus expectativas periodísticas no casaban con el giro hacia el entretenimiento continuo que había dado la cadena amiga. No había dobles vueltas ni giros extraños en la historia. De esta forma aterrizaba en RTVE, donde seguiría ganando peso como periodista y, a su vez, reforzaba el formato de programa informativo, con cierta carga editorial, aunque no fuera la mejor plaza para torear con la pluralidad.

Así, en la nueva temporada televisiva de 2008 se ponía al frente de ‘La noche en 24’, un espacio del canal 24H donde Vicente Vallés imprimiría un sello personal muy notable en el intento de acercar al ente público a la primera línea de debate informativa sin caer en el sopor de la actualidad caducada.

EL PASO DEFINITIVO DE VICENTE VALLÉS

El camino para llegar al punto actual, donde un presentador de informativos (en España) editorializa con normalidad, como se hace en la radio desde hace tiempo, y en la prensa escrita desde siempre, ha sido lento.

En 2011 Vicente Vallés llega a su actual casa, Antena 3. En primer lugar se pone al frente del informativo de sobremesa, donde estaría un lustro. Lo curioso, y aquí está la «yotubeteca» para recordarlo, es que el presentador ya hacía editoriales cargados de posicionamiento subjetivo, análisis de la actualidad y lengua afilada. Una forma de entender el periodismo más real y cercana a los gustos de los consumidores pero que muchos puretas de la profesión defenestran, quizá, por simple incapacidad.

Así lo expresaba (2012) Vallés en otras de sus facetas, la formativa, en la que también ha sido muy activo.

Un presentador debe tener un conocimiento tan grande sobre lo que trata, que eso se transmita a la hora de contarlo. Del mismo modo, dejaba claro que un conductor de informativos debe tener momentos en los que no puede mantenerse frío y distante.

Pero en 2015 las redes sociales no tenían el mismo impacto que ahora. Por eso, los editoriales televisivos, un género que Vicente Vallés ya desarrollaba, no ha tenido el mismo impacto que en estos momentos de confinamiento.

EL EFECTO VALLÉS

La vida es un cúmulo de casualidades que, una vez que se suceden de manera continua, dan lugar al resultado final de algo magistralmente obrado… o simplemente eso, una casualidad.

Solo así se puede entender el éxito disparado de Vicente Vallés cuando lleva desde 1994 con exposición en televisiones nacionales. Pero las explicaciones son sencillas. Junto a la fiebre de Twitter, nunca se fue aunque ha vuelto a enamorar a muchos usuarios, está el efecto ‘Pasapalabra’ y la polarización política extrema por parte de la sociedad que necesita cada día de su dosis de autoconvencimiento.

Cuando Vicente Vallés llega a Noticias Antena 3 en 2016, el gran enemigo a batir era el efecto arrastre el rosco que en este caso tenía su competencia. Así de claro lo exponían los responsables de informativos de la cadena. Años después, resulta que ese mismo rosco es el aliado perfecto para sumar cuota de audiencia de una parte del público, mientras la otra retuitea sin parar en las redes sociales.

Si a eso añadimos la España de las cacerolas, la que busca el constante zasca en políticos con malas mentiras, Vallés ha sabido potenciar la figura del presentador que ya no es un busto. Pone en valor la figura del periodista analítico que, bajo un punto de vista que puede ser tendencioso o no, según quien lo mire, debe ser el inicio tras más de 20 años del periodismo televisivo que los espectadores buscaban.


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