El efecto yo-yo en las dietas de verano: ¿Qué es y cómo evitarlo?

Toda vez que se ha abierto la veda para un verano de playa o piscina, comienza una nueva lucha en los hogares españoles: conseguir poner a tono el cuerpo. Cada primavera, 8 de cada 10 españoles se plantea una «dieta milagro» que le permita llegar al verano con el cuerpo deseado. Solo dos de cada 10 personas que comienzan una dieta, la terminan. La mayoría abandona desencantados con el conocido y temido efecto yoyó o efecto rebote. ¿Qué es el efecto yo-yo? ¿Se puede evitar? A continuación, recogemos los consejos de los expertos en nutrición y dietética para evitar el temido efecto yo-yo con las dietas de verano.

El concepto de efecto yo-yo o efecto rebote está muy extendido entre los dietistas y nutricionistas. Y también entre los ciudadanos desconsolados que ven cómo después de un fuerte impulso con su dieta, no solo recuperan lo perdido sino que parece que incluso han ganado peso. Los expertos insisten en que evitar el efecto rebote es posible. A continuación, veremos por qué ocurre y qué hacer para evitarlo.

COHERENCIA Y HÁBITO, LAS DOS CLAVES PARA EVITAR EL EFECTO YO-YO

Para que una dieta sea efectiva y funciones, la persona debe reunir dos requisitos: ser coherente y modificar sus hábitos alimenticios. Solo así alejará la sombra del temido efecto yo-yo. Así, la distribución adecuada de los nutrientes según el momento del día es clave para una alimentación ordenada. Nuestro organismo, en términos estandarizados, requieren de una distribución del 55% de hidratos, 30% de grasas buenas y 15% de proteínas. No se trata de ser milimétricos o de tomar 5 raciones al día sino de amoldar nuestro consumo energético a su reposición óptima.

habitos saludables dieta