Por desgracia, a día de hoy aún son muchos los que consideran que lo de guardar latas y botes de conservas en el frigorífico es peligroso. Pero lo cierto es que realmente es dañino para la salud, y hay que tratar de concienciar a la sociedad de los peligros que conlleva un mal cuidado de los alimentos.
Queda un largo camino por recorrer, pero si aprendemos algo de las razones por las que no se debe llevar a cabo este proceso, estaremos acortando el camino. Y es que hay ciertas ‘lagunas’ a la hora de poder guardar estas conservas cuando no puedes comer más. Quédate y descubre cómo solucionar este problema, y es que, ¿quién no se ha hecho con un arsenal de estas latas en Mercadona alguna vez?
4Conservas o semiconservas
A la hora de almacenar alimentos, debes prestar especial atención a si se tratan de conservas, o semiconservas. La primera ha sido sometida a un proceso higienizante, lo que hace que sus alimentos no necesiten de frío para su conservación. Pues debido a este proceso, son productos estables a temperatura ambiente.
La esterilización inactiva o destruye los posibles microorganismos dañinos. Además, no tienen fecha de caducidad como tal, si no ‘de consumo preferente’, como establecen las normativas sanitarias. Esta fecha indica el periodo de tiempo durante el cual se considera que el alimento está en las condiciones adecuadas. Eso no quiere decir que pasada la fecha tenga algún efecto negativo.
Por otra parte, están las semiconservas, por ejemplo, una lata de anchoas. Sobre estas no se aplican procesos de esterilización, en realidad, se someten a un proceso que las estabiliza durante un tiempo determinado. Lo que quiere decir que solo durarán en buen estado si se almacenan en un lugar fresco, a temperatura de refrigeración. Por tanto, son productos con una vida útil mucho menos a las conservas, ya que el tratamiento térmico que se lleva a cabo para su conservación es mucho menos agresivo.
