Uno de los grandes retos que deben asumir los autónomos es ser capaces de atraer el talento hacia su negocio y retenerlo. Esto es complicado porque un profesional nunca va a poder pagar tanto como una empresa, y las posibilidades de promoción dentro de su negocio siempre son menores. Aún así, si se usa el salario emocional es muy posible conseguir empleados comprometidos y bien capacitados.
Aunque todo el mundo trabaja para ganar dinero, lo cierto es que este no es el único motivo para hacerlo. Por tanto, el dinero no puede ser la única motivación que mueva a los empleados. Cómo nos hace sentirnos nuestro trabajo y lo que nos aporta a nivel profesional y personal son también aspectos vitales para que sigamos desarrollándolo.
5Ejemplos de salario emocional
Dar a los empleados la opción de teletrabajar algún día a la semana o facilitarles este proceso en caso de que tengan niños pequeños u otras personas a su cargo suele funcionar muy bien. Otra medida de conciliación que también suele ser muy bien acogida es el establecimiento de horarios flexibles de entrada y/o salida.
Entre las medidas que mejor reciben los empleados está la posibilidad de seguir formándose. El autónomo puede poner a disposición de su plantilla formación bonificada. Esto ayuda a los empleados a mantenerse al día en cuanto a sus conocimientos y repercute además de forma muy positiva en el negocio.
Aunque no siempre es posible, la creación de espacios de ocio también es importante. Con algo tan sencillo como un espacio agradable para tomar café se consigue que aumente la interacción entre los empleados, dando lugar a un mejor clima laboral.
A veces el salario emocional puede tener un cierto contenido económico, como ocurre con los cheques restaurante o el pago de seguros médicos. Pero sea cual sea la medida elegida, lo que se busca en definitiva es demostrar el valor que el empleado tiene para el empresario.
