sábado, 14 diciembre 2024

Pemex pierde 21.500 millones entre enero y marzo, un 6,6% más, por la caída del precio del crudo

Petróleos Mexicanos (Pemex) registró una pérdida neta de 562.200 millones de pesos mexicanos (21.500 millones de euros) entre enero y marzo de este año, un 6,6% más que los ‘números rojos’ de 526.500 millones de pesos (20.153 millones de euros) del mismo trimestre del año anterior, según informó la compañía.

La empresa ha explicado que, «como a toda la industria petrolera, los bajos precios del crudo del mes de marzo afectaron de manera considerable los niveles de rentabilidad de Petróleos Mexicanos».

Entre los factores negativos que determinaron este resultado en el primer trimestre del año están los menores precios de la mezcla mexicana de exportación, y la disminución del volumen de comercialización, la reducción en el volumen y precio con referencia a las gasolinas, diésel y combustible, como consecuencia del confinamiento para contener el coronavirus.

Además, la empresa estatal registró una pérdida cambiaria de 469.200 millones de pesos mexicanos (17.953 millones de euros) en el primer trimestre de 2020, que se debe a la depreciación del peso mexicano frente al dólar estadounidense durante todo el período.

La petrolera ha resaltado la reducción de las importaciones de gasolina y diésel en el primer trimestre de 2020, como consecuencia de una mayor producción de petrolíferos en el Sistema Nacional de Refinación, lo que motivó que la compra de productos para reventa registrara una reducción del 10,2%.

Por otra parte, Pemex registró una pérdida por instrumentos financieros derivados de 25.900 millones de pesos (990,5 millones de euros), como resultado principalmente de pérdidas no realizadas de las coberturas contratadas, dada la apreciación del dólar frente a otras monedas.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la compañía fue de 53.009 millones de pesos (2.030 millones de euros), un 23,4% menos; mientras que sus ventas fueron de 284.100 millones de pesos (10.821 millones de euros), un 20,3% menos.

Desde mediados del mes de febrero , Pemex activó un protocolo para mitigar sus finanzas ante el escenario de precios bajos del petróleo.

Entre los efectos inmediatos que provocó la pandemia del Covid-19, están, según la compañía, la reducción temporal de las actividades económicas «en prácticamente todos los países del mundo», con un efecto «directo e inmediato» sobre el nivel de consumo de combustibles fósiles.

En cuanto a su política de financiamiento para 2020, la petrolera ha afirmado que conservará una postura flexible para adaptarse a «las condiciones prevalecientes de los mercados financieros, buscando un balance prudente de riesgo y costo».

En esta línea, la empresa continuará monitorizando el mercado con el objetivo de identificar opciones de refinanciamiento y ejecutar ejercicios de manejo de pasivos, con el objetivo de fortalecer la posición financiera de la empresa, optimizar la estructura de obligaciones y mejorar el perfil de vencimientos de deuda sin incrementarla.

Al mismo tiempo, Pemex ha resaltado que, como resultado de «un uso prudente y responsable de su deuda», así como de las operaciones de refinanciamiento de los meses recientes, la empresa ha reducido su exposición de riesgo de liquidez, lo que le permitirá afrontar mejor los efectos temporales de la crisis.

Entre las medidas para aliviar el efecto del Covid-19, la petrolera anunció el pasado 28 de abril una reducción en su presupuesto de 40.500 millones de pesos mexicanos (1.523 millones de euros).

Por otro lado, la empresa estima que conseguirá ingresos adicionales de hasta 7.540 millones de pesos (284 millones de euros) en concepto de la cobertura petrolera que contrató el año pasado. El conjunto de todas estas medidas ascienden a un total de 113.040 millones de pesos (4.263 millones de euros) y tiene el objetivo de mitigar los efectos de la crisis sanitaria y económica.

El director general de la empresa, Octavio Romero, junto al director corporativo de finanzas, Alberto Velázquez, afirmaron que la empresa seguirían manejando «con prudencia» sus finanzas, manteniendo una «constante evaluación» sobre las perspectivas del mercado petrolero.

El pasado 26 de marzo, S&P Global Ratings rebajó las calificaciones de Pemex a ‘BBB’, en una acción similar sobre la califiación de México, con perspectiva negativa. Asimismo, otras agencias calificadoras han rebajado las calificaciones crediticia de la compañía azteca en el marco de la crisis sanitaria y económica, así como por al caída en los precios del petróleo.


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