La actividad del sector servicios registró el pasado mes de marzo un hundimiento sin precedentes como consecuencia de las medidas de confinamiento implementadas para contener la propagación del Covid-19, según refleja el índice PMI, que cayó hasta los 23 puntos desde los 52,1 de febrero, con la destrucción de empleo más intensa desde la Gran Recesión, lo que sugiere una alta probabilidad de una contracción en el segundo trimestre que supere lo observado durante la última crisis, según IHS Markit.
El desplome del sector servicios en marzo se suma así a la fuerte caída registrada en la actividad del sector manufacturero, cuyo índice PMI se situó en el tercer mes del año en 45,7 puntos desde los 50,4 de febrero, registrando su peor lectura desde 2012, lo que ha llevado el dato del índice PMI compuesto hasta los 26,7 puntos, frente a los 51,8 del mes anterior.
«La encuesta de marzo dejó expuesta la escala de la pandemia de la Covid-19 y el esfuerzo asociado para contener el brote, ya que las empresas del sector servicios registraron caídas sin precedentes de la actividad, de los nuevos pedidos y de la confianza empresarial. El impacto se centró, como era de esperar, en sectores que dependen del contacto social, como el de Hoteles y Restaurantes«, ha advertido Paul Smith, economista de IHS Markit.
Ante la disminución sin precedentes de la actividad y de los nuevos pedidos, las empresas del sector servicios español se mostraron más preocupadas que nunca por el futuro. Así, la confianza con respecto a los próximos doce meses cayó bruscamente a un nivel nunca observado en la historia del estudio, con una preocupación considerable sobre el impacto a largo plazo que la pandemia pueda tener en la actividad, la inversión y el empleo durante los próximos doce meses.
De este modo, junto con caídas severas en las cargas de trabajo, muchas empresas optaron por reducir sus plantillas en marzo. La tasa de destrucción de empleo fue la segunda más rápida registrada por el estudio hasta la fecha, solo superada por el declive observado en el apogeo de la crisis financiera en febrero de 2009.
«En estos momentos, tratar de cuantificar la magnitud y duración de la pandemia en términos de caídas en el PIB y el empleo es extremadamente difícil, pero en general existe una alta probabilidad de que la severidad de la recesión en el segundo trimestre supere todo lo que hemos observado durante la fuerte recesión de 2008/2009», ha añadido Smith.