Son pocas, pero algunas aseguradoras se van lanzado a ofrecer seguros de móviles como Caser, Race o Zurich. Los precios de estas empresas son por lo general más caros que los que ofrecen los operadores de telefonía móvil e incluso las coberturas suelen ser más limitadas. Pero a su vez, asegurar el móvil con las compañías telefónicas tiene un inconveniente y es que la mayoría pide vinculación, es decir, exigen ser cliente para poder contratar su seguro.
En España hay 54 millones de personas (un 117% de la población total) con una línea móvil, siendo el 94% smartphones según el último informe de Digital 2020. La batalla por hacerse con el seguro móvil está en plena ebullición y las ofertas se hacen cada vez más atractivas.
La Ley 23/2003 de Garantías en la Venta de Bienes de Consumo, obliga a los vendedores de estos dispositivos a que respondan ante fallos de fabricación o averías durante un período dos años. Pero fuera de ahí, nadie responde si el teléfono se rompe o lo roban.
Es entonces cuando los consumidores se deciden por contratar una póliza que cubra estos daños. El precio del seguro depende del valor del móvil y va subiendo si el teléfono es más caro. Las empresas de telefonía como Movistar, Orange o Vodafone cobran una prima mensual y en caso de siniestro, una franquicia que varía en función del precio del dispositivo y la solución al siniestro: reparación o sustitución del terminal.
¿QUIÉN DA MÁS?
Por ejemplo, Vodafone permite que sus clientes den hasta 3 siniestros al año, siendo 2 de robo como máximo. Y se comprometen a devolver el dispositivo en un plazo máximo de 3 días tras aprobar el siniestro.
Ofrecen dos tipos de seguro, por daño accidental o de protección total. En el primero, la prima es de 4 euros al mes para móviles de menos de 400 euros (más 30 euros de franquicia). Si el móvil supera los 400 euros, la prima es de 9 euros mensuales (más 75 euros de franquicia).
En el seguro de protección total, la prima sube a 7 euros al mes para teléfonos móviles inferiores a 400 euros, o a 14 euros al mes para los que superen este importe. El precio de la franquicia es igual al anterior.
En Orange, la prima más barata es de 4 euros para móviles de menos de 250 euros y la más cara de 15,50 euros al mes para dispositivos de entre 1.101 y 1.750 euros. En su caso hay dos tarifas más, por reparación y reemplazo. Y oscilan desde los 20 y 40 euros, hasta los 60 y 120 euros.
Movistar cubre con su Seguro Móvil 3 siniestros al año: 1 por robo, 1 por daños y 1 por llamadas fraudulentas. Las primas de cada mes se establecen en 6 categorías, siendo la 1 la más barata y donde se pagan 4,49 euros al mes, en la 6 son 18,99 euros. Lo mismo ocurre con la franquicia, que va desde los 20 hasta los 100 euros.
LO QUE LE FALTA A LAS ASEGURADORAS
El problema de las aseguradoras es que no ofrecen un servicio completo y no cubren todos los dispositivos. Por ejemplo, Caser tiene un seguro específico para teléfonos móviles y tablets que cubre la garantía de daños producidos por caídas, golpes y derrame de líquidos.
Después, cuenta con coberturas opcionales que incluyen un móvil de sustitución o la indemnización en caso de robo o atraco. Sin embargo, no asegura todos los móviles del mercado.
Race añade en su póliza los daños que sean consecuencia de temperaturas extremas o sobretensiones, además de los daños por caídas o golpes pero nada de robo o hurto. Y Zurich, no se hace cargo de hurtos, pérdida del móvil o daños estéticos.
Por otra parte, se debe tener en cuenta que quienes tengan contratada una póliza para la vivienda puede que ya tengan cubierto este servicio y paguen dos veces. Si bien, la mayoría de seguros de hogar se hacen cargo de los daños por hurto, robo y atraco en la vía pública. En estos casos, suelen quedar fuera las reparaciones por averías y las llamadas fraudulentas.