sábado, 14 diciembre 2024

El salario mínimo y los seguros agrarios condenan a la estrella de Nochevieja

Las uvas del Medio Vinalopó alicantino pueden tener las campanadas contadas y eso que “dos de cada tres de las que se consumen en Nochevieja proceden de esta Denominación de Origen Protegida”. El pronóstico lo hace Pedro Rubira, presidente sectorial de la Uva de Mesa Asaja-Alicante, que denuncia la crisis estructural que vive el sector, que nada tiene que ver con una mala campaña.

Los elevados costes del agua y de los fertilizantes, así como la competencia de uva de países terceros fatigaban la rentabilidad del cultivo desde hace años, pero la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y el encarecimiento del seguro agrario en más del 70% en 2019, condenan su futuro. “En esta última campaña ya hay casos de jóvenes empresarios que han arrancado sus viñas porque no les queda más riñón, ni salud mental para aguantar tal situación”, reprocha Rubira en el blog de la organización agraria.

El problema es “grave” ha explicado a MERCA2 el secretario técnico de Asaja-Alicante, Ramón Espinosa, “por el serio riesgo de abandono al que se expone este cultivo” que es competitivo, que emplea cada temporada a 12.000 personas y que factura 25 millones de euros. Y no sólo eso, resulta además “muy emblemático” para siete municipios de Vinalopó, “el único sitio en el mundo donde se embolsa la uva”, ha recordado Espinosa. Y ese factor que diferencia a estas uvas y aporta su valor añadido, comporta a su vez el elemento más costoso para los agricultores, por conllevar un proceso “artesano que precisa de muchísima mano de obra”, ha afirmado Espinosa.

“La Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó es una fruta única en el mundo por su particular proceso de maduración”, es decir, “a diferencia de otras uvas de mesa, la de este valle alicantino crece resguardada bajo un bolso de papel”, tal y como se explica desde la Denominación de Origen Protegida Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó. Este embolsado aísla al fruto de factores externos como tratamientos fitosanitarios, rocíos, vientos o insectos, y crece así de forma muy protegida.

Esta peculiar maduración imprime unas características especiales a la uva: su piel y textura son más finas, contiene más sabor y una coloración uniforme. Esta Uva Aledo es una variedad tardía que se recolecta en diciembre, por lo que suele ser la uva que se toma en Nochevieja.

uva vinalopo embolsado

AYUDAS A LA SINGULARIDAD DEL SECTOR

El cultivo de estas uvas es completamente “artesanal y se mima al extremo” debido a “la técnica del embolsado de los racimos», incide Rubira. De este proceso resulta una uva de excelente calidad, dulce, suave y delicada, pero para aplicar esta técnica en los municipios de Aspe, Novelda, Hondón de las Nieves, Hondón de los Frailes, Monforte del Cid, Agost y La Romana, se requiere una elevada mano de obra.

El embolsado implica tratar de forma artesana racimo por racimo en el período previo a la recolección, con una alta inversión en trabajadores y número de horas contratadas. En este contexto “la estocada definitiva al cultivo la ha propinado la subida del salario mínimo” dada la singularidad del proceso y su desmesurada demanda de mano de obra y “también el encarecimiento del seguro agrario, que solo se explica por el ánimo de lucro de Agroseguro, permitido por Enesa, (compañía estatal de seguros agrarios)”, manifiesta Rubira. En definitiva, aumentan los costes sin que suban los rendimientos. En estas condiciones el sector no es rentable.

Rubira habla sin complejos de la situación de los trabajadores: “Estoy totalmente de acuerdo con el SMI pero los productores no somos ricos, también tenemos derecho a un salario mínimo”.

uva vinalopo cultivo

Por eso insiste en que la única solución implica el compromiso de las Administraciones para contribuir a reducir los costes de producción. “El almacén, la limpieza y el envasado del producto, todo se dispara y como no conseguimos compensarlo con las ventas en mercado, nos asfixiamos”, insiste Rubira.

Abaratar el proceso supondría un importante alivio para el sector. Propuestas no faltan por parte de los agricultores y productores: “proponemos subvenciones que beneficien a todos, con las que se podrían sufragar los sobrecostes del seguro agrario, del embolsado, el propio papel del embolsado, cada vez más caro, o el incremento de los salarios”, alega Rubira. Pero si sobre algo se muestra inflexible el presidente sectorial de Asaja-Alicante es sobre la necesidad de dar prioridad al producto español frente al que proviene de terceros países.

En este sentido, recuerda que “los supermercados españoles venden uva procedente de otros países de Europa mantenida en cámaras, cuando la nuestra está en plena recolección, fresca y a unos pocos kilómetros de distancia”. La apuesta por el producto de proximidad resolvería muchos problemas, “porque más ventas en mercado también ayudarían a compensar los costes de producción”.

Esta semana mantienen un encuentro los sietes alcaldes de la comarca afectada y todas las organizaciones agrarias que se unen bajo una misma reivindicación para salvar al sector del abandono al que parece abocado. De esta reunión saldrá el manifiesto de las medidas que se presentarán a la Consellería y al Ministerio de Agricultura. No tienen tiempo que perder, en febrero se aprueba el Plan del Seguro de Explotaciones de uvas de mesa, «y una vez aprobado es muy difícil cambiarlo», concluye Rubira.


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