Cabify ha ampliado su flota y servicio en Barcelona y ha extendido su actividad a localidades próximas a la capital catalana. La plataforma ha realizado esta ampliación en el servicio de vehículos de alquiler con conductor (VTC) que presta en Barcelona,básicamente mediante el incremento de la flota de coches con la que opera.
En este sentido la compañía ha elevado en unos 500 coches de VTC la flota con la que opera en la Ciudad Condal, de forma que ahora cuenta con unos 800 vehículos.
Cabify, tras cambiar su modelo de negocio en Barcelona para adaptarse a la nueva regulación de VTC que esta Comunidad aprobó a comienzos de año, da servicio en esta ciudad como empresa de transporte, no como intermediario, a través de su filial Prestige & Limousine.
Esta firma cuenta con sus propios coches y también opera con coches de terceros. Además, el pasado mes de abril, Cabify compró Vector al empresario Rosauro Varo, firma de VTC que tenía actividad en Barcelona.
En paralelo al aumento del número de coches para dar servicio, Cabify ha comenzado a prestarlo en las localidades del área metropolitana de Barcelona como son Mataró, Terrassa, Martorell y Sitges.
REGULACIÓN RESTRICTIVA EN BARCELONA
La compañía que preside Mariano Silveyra refuerza de esta forma su actividad en Barcelona a pesar de la nueva legislación para el sector en vigor desde el pasado mes de febrero que obliga a contratar un VTC con una antelación mínima.
Ante la nueva norma, Cabify reestructuró su negocio y pasó a operar en la ciudad como empresa de transporte y no como intermediario. Para sortear la antelación, estableció un sistema por el que sólo es necesario atender a dicha antelación cuando se contrata un VTC de la firma por vez primera, dado que el resto de peticiones de coches figuran como solicitudes añadidas de un mismo contrato.
La compañía refuerza su servicio de VTC en Barcelona, después de que este pasado verano llevara a la ciudad su servicio de motos eléctricas Movo.