Diciembre de 2018, Unicaja Banco comunica a la CNMV que mantiene «contactos preliminares» con Liberbank para analizar su posible fusión. Mayo de 2019, las entidades rompen sus negociaciones para fusionarse y frustran el ansia de consolidación del sector en España. Octubre de 2019, Unicaja vuelve a poner sobre la mesa esta operación y solo unos días después de que CaixaBank dijera que el escenario es “favorable”.
No, no lo ha dicho literalmente. Pero el director financiero de Unicaja Banco, Pablo González Martín, solo comentaba este lunes en la presentación de resultados trimestrales que “no hay contacto” con Liberbank pero analizará “cualquier potencial operación corporativa” que genere valor para sus accionistas si se cumplen algunas condiciones.
Entre ellas, mantener o mejorar el perfil de riesgo de la entidad, mejorar la rentabilidad o generar valor para el accionista para compensar los riesgos potenciales que se presentan en cualquier transacción de este tipo. Es decir, aunque no estén en contacto no se oponen a una nueva oportunidad.
LIBERBANK NO SE PRONUNCIA
El que no se ha pronunciado sobre Unicaja es Liberbank. El director general corporativo y de finanzas de Liberbank, Jesús Ruano, insistía este martes en la presentación de sus cuentas en que la entidad se encuentra enfocada en la consecución de los objetivos de su plan estratégico.
Y reconocía seguir analizando operaciones que tengan sentido y generen valor para el accionista. Es decir, seguirán trabajando «duro» para mejorar las líneas centrales del negocio, mientras que no descartan considerar diferentes oportunidades de consolidación que se presenten.
Y esto, unos días después de que los analistas de CaixaBank publicaran en un estudio que la de estas dos es la fusión «más atractiva». Una operación para la que ya se dieron los primeros pasos en el inicio del año, pero que no continuó al no alcanzarse un acuerdo sobre la eventual ecuación de canje de las acciones de ambas entidades.
EL ESCENARIO HA CAMBIADO
Sin embargo, los de CaixaBank entienden que el escenario ha cambiado desde que se rompieron las conversaciones al prolongarse en el tiempo los bajos tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) y surgir síntomas de desaceleración económica, lo que favorecería la reanudación de los contactos para una eventual fusión.
La operación permitiría a ambas entidades aumentar su escala, obtener un mejor acceso a los mercados financieros para cumplir con los requisitos MREL y mejorar su eficiencia y rentabilidad.
Además, los analistas destacan la relevante reducción de activos problemáticos y la alta complementariedad geográfica de los dos bancos, ya que Unicaja carece de fuerte presencia en las que Liberbank tiene sus mayores cuotas de mercado, como Asturias, Cantabria, Toledo, Cuenca y Albacete, por lo que se crearía un ajuste “casi perfecto».
Partiendo de una división de sinergias del 50%-50%, el equipo de analistas de CaixaBank estima que la acumulación potencial de valor agregado sería del 35% (un 40% para los accionistas de Liberbank y un 30% para los de Unicaja), lo que hace que la posible operación sea «interesante para los accionistas de ambos bancos», especialmente para los de la entidad de origen asturiano.
Otros expertos se unen a esta opinión y ven posible que se reanuden las conversaciones entre los dos bancos aunque la mayoría apuesta a que será en 2020.