El presidente de Ence (Energía y Celulosa), Ignacio Colmenares, ha destacado la importancia de que la transición energética hacia una economía circular, ya en marcha, «sea sensible con las empresas y con las personas». En este sentido, Colmenares considera que el Gobierno está adoptando «los pasos necesarios» de cara a cumplir los objetivos de descarbonización de la economía gracias a la tramitación del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Durante su intervención en el IV Foro Anual de Energía de ‘El Economista’, Colmenares ha recordado que Bruselas ya ha dado la bienvenida al plan de descarbonización presentado por el Gobierno español, y que es «una oportunidad para transformar el país».
Para Colmenares el proceso de descarbonización supone una «una oportunidad de crecimiento y de creación de empleo»
En opinión de Colmenares, el proceso de descarbonización «hay que hacerlo paso a paso y contando con todos los agentes sociales», porque se trata de «una oportunidad de crecimiento y de generación de empleo», y la economía circular «jugará un rol importantísimo». En este contexto de cambio hacia un nuevo modelo energético cuyo proceso es ya irreversible, Colmenares ha defendido el papel que Ence juega en la consecución de estos objetivos.
En este sentido, ha explicado que los dos negocios de la compañía, el de celulosa, que es un producto natural, y el de energía renovable hacen que la compañía «esté comprometida con la economía circular y con la descarbonización», al mismo tiempo que ha defendido que su planta de Puertollano es un ejemplo de esta «transformación».
Precisamente los resultados correspondientes al primer trimestre de Ence reflejaron que la incorporación de la planta termosolar de Puertollano, en Ciudad Real, compensó parte del impacto negativo ocasionado por el precio de la celulosa. De hecho, mientras que el Ebitda del negocio de esta materia prima cayó un 42%, hasta los 66 millones de euros, el de energías renovables ascendió a 26 millones, un 30% superior al del mismo periodo del año pasado.
En este sentido, con la entrada en operación de las dos nuevas plantas de biomasa de Huelva y Puertollano antes de final de año, Ence prevé que el Ebitda de este negocio aumente en cerca de 30 millones de euros anuales, hasta los 100 millones de euros al año.
Asimismo, el proyecto de ampliación con una nueva línea de producción en Navia (Asturias) de 340.000 toneladas avanza en la ingeniería y en la obtención de los permisos necesarios para su construcción, tras la congelación de las inversiones previstas en Pontevedra.
REDUCCIÓN DE COSTES
Actualmente, la compañía está centrada en un programa de reducción de costes y optimización del resultado operativo, lanzado este mes de julio para asegurar el cumplimiento de los objetivos del Plan Estratégico a 2023.
Las inversiones en crecimiento y sostenibilidad en el semestre fueron de 157 millones de euros y la ratio de deuda neta sobre Ebitda del grupo se situó en 1,8 veces a cierre del semestre, con un apalancamiento de 1,2 veces en el negocio de celulosa y de 3,9 veces en el negocio de energía renovable.
