sábado, 14 diciembre 2024

Mutua o Mapfre: ¿Quién reina en la milla de oro del seguro?

Cuando alguien decide caminar por el Paseo de Recoletos de Madrid, y levanta la vista, lo más probable es que se encuentre con carteles de alguna entidad aseguradora: Mapfre, Catalana Occidente, Helvetia, Generali… Si alarga el recorrido, hacia el Paseo de la Castellana, es Mutua Madrileña la que se hace más visible. Hablamos de la particular milla de oro del sector seguros, un sector que carga su zurrón con un importante número de posesiones inmobiliarias.

De hecho, las inversiones inmobiliarias del sector seguros en España alcanzan la cifra de 10.294 millones de euros según los últimos datos recogidos por Unespa. De esa cantidad, la mitad corresponde a inversiones en Madrid, en concreto, 5.499 millones de euros. Tras Madrid, Barcelona, con 2.100 millones, y Vizcaya, con 357 millones.

La asociación de empresas del seguro indica que alrededor del 3% de sus ingresos es lo que suelen depositar las aseguradoras en posesiones inmobiliarias, bien sea para uso propio, bien sea para alquilar a terceros. Aunque hay quien eleva dicho porcentaje. Por ejemplo, en el caso de Mapfre, el coste amortizado es de 2.096 millones de euros, es decir, el 4,3% del total de inversiones (49.273,5 millones). Incluye tanto inversiones mobiliarias como inmuebles de uso propio.

El 4,3% de todas las inversiones de Mapfre se dedican a posesiones inmobiliarias

Por lo que respecta a Mutua Madrileña, el otro gran ‘jugador’ en este partido, el valor de las inversiones inmobiliarias, solo en edificios destinados a alquiler, es de 1.392 millones de euros. ¿Qué es lo que suelen buscar? No les vale cualquier edificio, sino que tiene que tener un componente histórico, o ser emblemas de la zona. Y, cuando se lo alquilan a terceros, lo hacen mediante largos contratos de arrendamiento.

Entre Madrid y Barcelona concentran el 70% del total de las inversiones del sector asegurador en el ladrillo. Pero también ponen su punto de mira más allá de nuestras fronteras. Así, y según Unespa, la vecina Portugal es su destino favorito (inversiones por valor de 56,9 millones de euros), seguida de Reino Unido (35,1 millones), e Italia (24,6 millones). Andorra, Ecuador, Holanda, Noruega, Suecia y Venezuela también están en su cartera.

EL CLASICISMO DE MAPFRE Y LA MODERNIDAD DE MUTUA

Mapfre es propietaria de 80.000 metros cuadrados de superficie arrendable y de más de 1.200 plazas de aparcamiento en un conjunto de diez edificios radicados en la llamada milla de oro. Aproximadamente, el 55% los destina a uso propio, y el 45% restante a arrendamiento a terceros o a venta.

Algunos de ellos son palacetes de principios del siglo XX, como los situados en el Paseo de Recoletos 23, y 25. El primero de ellos, con 6.200 metros cuadrados de oficinas y salas de exposiciones, fue adquirido por Mapfre  en los años 80, y hoy en la sede social y sala de exposiciones de la Fundación Mapfre. El segundo, con 5.800 metros cuadrados, es la sede de Mapfre Re, y fue adquirido por 41,2 millones. Su estrategia inmobiliaria se basa en la desinversión de inmuebles que generan plusvalías, y en la búsqueda de otros con una buena localización, ya arrendados, y que les aporten rentabilidad inmediata y plusvalía futura.

Mapfre
Uno de los edificios de Mapfre en el Paseo de Recoletos 23

Mapfre también adquirió en 2015 el edificio situado en la Plaza de la Independencia número 6 por 82 millones de euros y que, tras la correspondiente reforma y modernización (dispone de sello de certificación ambiental LEED Oro), arrendó a terceros. Y es propietaria del edificio Avenida General Perón 40, Centro Comercial Moda Shopping, con 749 plazas de aparcamiento.

Si el Paseo de Recoletos, y alrededores, es la ‘niña bonita’ en cuanto a inversiones de Mapfre, tal calificativo por lo que respecta a Mutua Madrileña recae en el Paseo de la Castellana. Desde la Plaza de Colón (las famosas torres diseñadas por Antonio Lamela), hasta Castellana 259 (Torre de Cristal, la más alta de España con 250 metros), la entidad dispone de una decena de edificios.

Únicamente dos de ellos (Castellana 33 y Fortuny 18) son de uso propio. De uso propio y alquiler son los de Castellana 259 y Plaza Manuel Gómez Moreno; el resto, son de alquiler. Castellana 33 es la actual sede corporativa, obra del arquitecto Luis Gutiérrez Soto (construido en los años 60 fue uno de los edificios más altos de Madrid), el edificio está coronado por un fénix (fue la sede de La Unión y el Fénix). Otro edificio de referencia es el situado en Castellana 50 (edificio Castelar), obra del arquitecto Rafael de la Hoz, cuya singularidad radica en su apariencia flotante.

CATALANA, GENERALI Y HELVETIA

El Grupo Catalana de Occidente también está presente en la milla de oro con dos edificios: uno, en el número 31 del Paseo de Recoletos, actualmente en fase de rehabilitación integral con un presupuesto de 5,5 millones de euros; el otro, en el Paseo de la Castellana 55, y que compró a Standard Life Investments en 2016 por 60 millones de euros. Su superficie, 5.625 metros cuadrados repartidos en siete plantas, está alquilada al cien por cien.

Por lo que respecta a Generali, los edificios más antiguos en el eje Castellana-Recoletos están en la calle Serrano 1 y en la calle Independencia 4. Ambos construidos en 1900, el primero tiene 3.300 metros cuadrados destinados a oficinas y 1.100 metros cuadrados para retailers. El segundo tiene 3.360 metros cuadrados, de los que 1.900 corresponden a superficie residencial y, el resto, para retailers.

La aseguradora italiana también posee dos edificios en el Paseo de la Castellana. El enclavado en el número 130 cuenta con una superficie bruta de 15.700 metros cuadrados, repartidos en oficinas, retailers y parking), y el de Castellana 40 bis tiene 3.750 metros cuadrados.

Por último, Helvetia dispone de un edificio en el número 6 del Paseo de Recoletos. Erigido en 1920, su destino original fue para viviendas, transformándose en los años 40 en la sede de la aseguradora Cervantes (adquirida por Helvetia en 1986). Con una superficie de 3.460 metros cuadrados, todavía conserva el ascensor original ubicado en la entrada principal, y tras la última reforma (años 2012-2014), uno de los elementos más destacados es su “muro verde”, un jardín vertical compuesto por más de 6.000 plantas.


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