jueves, 12 diciembre 2024

Según la Fundación Adecco un 64% de las personas con discapacidad puede trabajar gracias a las Nuevas Tecnologías

El próximo 15 de julio se celebra el Día Internacional de las Tecnologías Apropiadas, una fecha que invita a reflexionar y a analizar el impacto de las Nuevas Tecnologías en la mejora de la calidad de vida. Apostar por la tecnología inclusiva no es sólo positivo para los beneficiarios, sino también para las empresas, que incrementan su diversidad y competitividad, al poder atraer a un mayor número de profesionales. La tecnología se convierte, así, en fuente de captación del talento

Por séptimo año consecutivo, la Fundación Adecco, con el apoyo de Keysight Technologies Spain, presenta el informe Tecnología y Discapacidad, un análisis que basa sus conclusiones en una encuesta realizada a 300 personas entre 18 y 60 años, todas con algún tipo de discapacidad.

Una conclusión clara se desprende de este análisis: las nuevas tecnologías se han convertido en aliadas imprescindibles para la mejora y normalización de la vida de las personas con discapacidad, así como en su acceso al empleo.

El impacto de la Tecnología en el empleo de las personas con discapacidad
Durante los últimos años se ha producido un importante avance en el empleo de personas con discapacidad, anotándose, en 2017, el mejor registro de toda la serie histórica, con 110.068 contratos.

Son muchos los factores que hay detrás de este incremento: una legislación más eficiente, una mayor sensibilización empresarial o un cambio de mentalidad por parte de las propias personas con discapacidad, que van dejando atrás obsoletas creencias que asocian esta circunstancia con inactividad y dependencia, para formarse y acceder al mercado laboral.

Sin embargo, el impacto de la tecnología también ha sido decisivo, al abrir un inmenso abanico de posibilidades: una persona con tetraplejia manejando el ordenador a través de la voz; un profesional con discapacidad visual leyendo un documento, recién salido de una impresora braille etc. son sólo algunos ejemplos que, algunas décadas atrás, hubieran sonado a ciencia ficción.

Así, un 64% de las personas encuestadas– de las que tienen empleo- admite que las nuevas tecnologías han sido esenciales para desempeñar sus funciones en el puesto de trabajo. Es destacable cómo esta cifra va incrementándose año tras año:

En definitiva, las Nuevas Tecnologías tienen el gran potencial de acercar a las personas con discapacidad al mundo del empleo. Éstas son algunas de las razones:

El avance de la tecnología convencional, que en los últimos años se ha materializado en productos como tablets, apps o la irrupción de lo táctil, ha hecho posible que la tecnología que todo el mundo usa se convierta, quizás sin pretenderlo, en facilitadora de la vida de las personas con discapacidad, así como de su acceso al empleo.

La irrupción de adaptaciones específicas para ciertas discapacidades permite superar muchas barreras que las personas con discapacidad encuentran en su día a día, haciendo posible que desempeñen ciertos puertos de trabajo de los que antes estaban excluidos. Por ejemplo, una persona con discapacidad motora puede manejar ratones de diadema y trabajar como administrativo.

Las Nuevas Tecnologías eliminan el factor desplazamiento, permitiendo a las personas con discapacidad desempeñar sus funciones de forma telemática (teletrabajo).

Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: «las nuevas tecnologías han supuesto un antes y un después en el empleo de las personas con discapacidad, permitiendo que las empresas recuperemos el talento de muchas que, hasta el momento, permanecían excluidas del mercado laboral. El desarrollo de la tecnología convencional (móviles, tablets, apps, etc), unido a la irrupción de diferentes adaptaciones tecnológicas (ratones y teclados virtuales, impresoras braille, entre otros muchos), nos equipara a todos y reduce una brecha que, hace unos años, parecía insoslayable».

Además, Mesonero añade que: «las nuevas tecnologías no sólo influyen en el desempeño del puesto de trabajo sino también en la búsqueda del mismo. Al posibilitar hacerlo de forma online, o hacer entrevistas por videoconferencia, muchas personas con discapacidad han tenido la oportunidad de demostrar su talento y optar a un empleo al que, hace algunas décadas, hubieran tenido muy difícil acceder».

Tecnología al servicio de la inclusión
Durante los últimos años han proliferado las herramientas tecnológicas destinadas a facilitar la vida de las personas con más dificultades, reduciendo las barreras y equiparando sus capacidades a las de la población general. He aquí algunos ejemplos:

Para personas con discapacidad física: mesas regulables en altura, teclados con cobertores o teclas de gran tamaño, ratones virtuales o ergonómicos, etc.

Para personas con discapacidad visual: pantallas de gran formato, lectores de pantalla para invidentes, impresoras de braille, magnificadores de pantalla o lupas aumentativas, etc.

Para personas con discapacidad auditiva: intérpretes de lengua de signos, emisoras de frecuencia modulada, prótesis auditivas, etc.

Son las personas con discapacidad sensorial las que más emplean tecnologías adaptadas en su puesto de trabajo (81%), seguidas por las personas con discapacidad física (60%) y las personas con discapacidad intelectual/psíquica (26%).

Según Elena Buitrago, empleada de la Fundación Adecco, con una tetraplejia: «en mi puesto de trabajo utilizo pequeñas adaptaciones para llevar a cabo mis tareas. Como una Tablet no tiene capacidad ni sistema suficiente para muchos programas de edición, lo complemento con un ordenador de sobremesa y con un programa llamado VNC Viewer. Esto hace que pueda duplicar la pantalla del ordenador al iPad y usarlo tanto de ratón como de teclado táctil. Es decir, controlo el ordenador y sus programas desde el iPad».

Además, añade que: «al no mover las manos ni sentirlas, el sistema que mejor me funciona es el táctil, en el que con un ligero toque selecciono el botón que quiero. Gracias al iPad, tengo acceso a programas informáticos y a Internet. Esto me ha abierto muchísimas puertas, como por ejemplo estudiar una carrera universitaria o presentar mi candidatura e empleos».

Pero además de permitir el acceso al empleo, las nuevas tecnologías son aliadas indiscutibles en la mejora de la calidad de vida global de las personas con discapacidad. Así, 7 de cada 10 encuestados declara que, en términos generales, la tecnología ha mejorado su calidad de vida. A continuación, plasman algunas de sus respuestas:

«Gracias a la invención del audífono, puedo escuchar».

«Las Nuevas Tecnologías me permiten comunicarme mucho mejor y relacionarme con los demás».

«Soy sordomudo y con el whatsapp puedo comunicarme a tiempo real, sin necesidad de utilizar la voz».

«Tengo movilidad e independencia para desplazarme, gracias a mi vehículo adaptado».

«Puedo acceder al ocio gracias a subtítulos y audífonos digitales. Antes era imposible».

«Gracias a las Nuevas Tecnologías puedo estar informada y comunicada con el mundo exterior sin necesidad de desplazarme».

Tecnología que mejora la salud y reduce la Dependencia
La Dependencia es, según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad un estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, de la enfermedad o de la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal.

La Tecnología está resultando ser una gran aliada en la reducción de estas situaciones de dependencia, impactando, además, en la salud de las personas con discapacidad, al combatir las dificultades que presentan en su vida diaria: prótesis, ejercitadores electrónicos y otros instrumentos de rehabilitación, han sido contribuciones decisivas de la tecnología a la discapacidad en los últimos años, llegando a desbancar, incluso, a la Medicina.

Así, según Elena Buitrago, usuaria de silla de ruedas: «La Tecnología está ganando la carrera a la Medicina en la mejora de la vida de las personas con discapacidad».

Como ejemplos de esta dependencia, del total de encuestados, 4 de cada 10 necesita ayuda para tareas básicas como ducharse, asearse, vestirse o preparar la comida. Además, un 38% necesita apoyos para comer; un 36% para salir de su vivienda y un 33% para coger el transporte público. Por último, un 25% no puede acceder a establecimientos sin ayuda y un 17% necesita apoyos para comunicarse con los demás.

Es destacable como casi 7 de cada 10 encuestados (69%) opina que esta dependencia podría reducirse a través de 2 variables: accesibilidad y desarrollo tecnológico que facilite el desenvolvimiento de las personas con discapacidad.

Dimensión social y Accesibilidad Universal: los 2 grandes retos
Abordar con determinación 2 grandes retos podría ser la solución a numerosas situaciones de dependencia, al incrementar la autonomía de las personas con discapacidad.

Dar a la tecnología una dimensión más social. Si bien en los últimos años se ha avanzado de forma espectacular en tecnologías inclusivas, el ámbito de la discapacidad sigue siendo un gran desconocido para el sector tecnológico. El reto es dar a la tecnología una dimensión más social, aprovechando el expertise y know how de las empresas tecnológicas. Según Francisco Mesonero: «Desde la Fundación Adecco ya hemos apoyado algunas iniciativas como el proyecto Talentum o los Hackatones sociales, con Telefónica y Ericsson, para la creación de herramientas creativas y sostenibles que reviertan en una sociedad más igualitaria e inclusiva».

«Además, si logramos implementar soluciones tecnológicas que permitan desempeñar su trabajo a las personas con discapacidad, no sólo les beneficiaremos a ellas, sino que nuestra empresa se hará más diversa y competitiva, al poder atraer a un mayor número de profesionales. La apuesta por la tecnología se convierte, por tanto, en una fuente de captación de talento»- añade Mesonero.

Accesibilidad Universal. Si bien las app y herramientas tecnológicas pueden diseñarse de forma específica para determinadas discapacidades, existen unas pautas de “Diseño Universal”, marcadas por la UE, para que los productos y servicios puedan ser usados por la mayoría de las personas. «Si se apuesta por la accesibilidad desde el diseño y planteamiento de cualquier herramienta de nueva creación, no será necesario adaptarla a posteriori, porque ya será usable por todos desde el principio»- comenta Francisco Mesonero.

Teletrabajo: solución de alto potencial
Según un reciente análisis de la Dirección de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, el teletrabajo podría ser una potente alternativa para garantizar la participación en el empleo de las personas con discapacidad, especialmente cuando ésta afecta a su movilidad.

Dicho estudio identifica algunas posiciones que, a nivel nacional, tienen un alto potencial de contratación en régimen del teletrabajo, fundamentalmente en el área de Atención al Cliente e Informática: operador de call center, grabador de datos, administrativo, gestor de cobros, diseñador web o programador.

Si bien es cierto que un 22% de las compañías desarrolla iniciativas de teletrabajo, la realidad es que el éxito de implantación de las mismas todavía es bajo. Según los resultados de esta encuesta, sólo un 11% de las personas con discapacidad, con empleos aptos para el teletrabajo, cuenta con la posibilidad de desempeñar sus funciones de forma telemática.

Sobre Fundación Adecco
Constituida en julio de 1999, la Fundación Adecco es fruto de la Responsabilidad Social Corporativa que asume el Grupo Adecco como líder mundial en la gestión de los Recursos humanos. Su principal objetivo es la inserción en el mercado laboral de aquellas personas que, por sus características personales, encuentran más dificultades a la hora de encontrar un puesto de trabajo: personas con discapacidad, mayores de 45 años parados de larga duración y mujeres con responsabilidades familiares no compartidas.

Fuente Comunicae


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