Santalucía estudia un seguro de renta vitalicia con protección asistencial

A mediados del pasado siglo XX, la esperanza de vida era de 45 años. Al finalizar dicho siglo, llegaba hasta los 70 años. Dicho de otra manera, la esperanza de vida en España ha mejorado, por término medio, a un ritmo de diez horas cada día. “Si se mantienen las tendencias actuales, habría una presión al alza en la tasa de dependencia demográfica, que se elevaría desde el 53,5% actual hasta el 87,7% en menos de 50 años”, sostiene José Manuel Jiménez, director del Instituto Santalucía. Y añade: “Ante este escenario es totalmente imprescindible que todos impulsemos cambios para atajar los retos de gestión que nos plantea vivir vidas más largas”.

¿Qué va a pasar? “Vamos a vivir más años pero vamos a ser más dependientes”, mantiene Iratxe Galdeano, de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Porque la calidad de vida no va a ser la que esperamos en ese tramo final de vida, a la par que será más costosa.

“Es fundamental contar con un ahorro previsional que pueda cubrir todo el ciclo de vida estimado”, añade Galdeano. Por eso, la industria aseguradora deberá ofrecer soluciones frente a vidas cada vez más largas, cubriendo no sólo un mayor tiempo de las rentas, sino aportando mayor calidad de vida al beneficiario.

En España poca gente tiene un seguro asistencial por lo que, en principio, su puesta de largo se antoja difícil

Por tanto, y de cara al futuro, el sector del seguro deberá poner sobre la mesa un producto en el que se conjugue una renta vitalicia con protección asistencial. “No se trata de un producto estándar que esté ya en el mercado. Por ahí irán los tiros”, acota Iratxe Galdeano. “Lo vamos a estudiar”, afirma José Manuel Jiménez.

¿Por qué renta vitalicia y no hipoteca inversa? Porque está teniendo más recorrido ya que la hipoteca inversa ofrece un préstamo muy bajo (sobre el 30% del valor del inmueble). “Es un mercado que no se ha hecho de forma adecuada por lo que está teniendo muy poco recorrido”, matiza la representante de AFI.

¿Problema? En España, poca gente tiene un seguro asistencial, por lo que, en principio, su puesta de largo se antoja difícil en la parrilla de salida. Ahí la industria aseguradora tiene su principal reto: hacer ese producto novedoso asequible y atractivo para el ciudadano.

EL SEGURO Y SUS RETOS

España es el cuarto país más longevo del mundo (82,8 años de media), sólo por detrás de Japón, Suiza y Singapur. Sin embargo, desciende al puesto noveno en cuanto a ‘esperanza de vida saludable’ (años en los que el individuo vive con buena salud), situándose en 72,4 años por término medio.

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Hoy, el 19% del total de la población tiene 65 años o más. En 2013, esa cantidad será del 26%; y en 2066, del 35%. “No se trata de vivir más, sino en buena salud”, advierte José Antonio Herce, miembro del Foro de Expertos del Instituto Santa Lucía y coordinador del estudio El reto de la longevidad en el siglo XXI. Factores genéticos, un sistema público de salud accesible y universal, y estilos de vida saludables son factores clave en este despegue.

“Tanto las instituciones públicas como la industria aseguradora deben hacer esfuerzos concertados para asignar recursos suficientes para estos ciudadanos en la etapa de la jubilación”, concluye Herce. Santalucía no quiere perder este carro.