BP, contra todo pronóstico, apuesta por una variante muy versátil de los sistemas de carga para coches eléctricos: los portátiles. La compañía ha anunciado una inversión de 5 millones de dólares, a través de BP Ventures, en FreeWire Tecnologies, – planeando desplegar unidades en principio en Reino Unido y que llegarán a España durante este mismo 2018-.
Las grandes petroleras están adaptándose a gran velocidad al progresivo aumento de los vehículos eléctricos. El director ejecutivo de BP Downstream, Tufan Erginbilgic, ha señalado que la movilidad está cambiando y BP quiere continuar siendo el distribuidor de combustible de elección. “La carga de vehículos eléctricos se convertirá en una parte importante de nuestro negocio, pero la demanda de los clientes y las tecnologías disponibles todavía están evolucionando”.
BP ofrecerá también la “oportunidad” de explorar opciones para proporcionar servicios de carga fuera de los actuales sitios de venta de la compañía. Del mismo modo, el vicepresidente de BP Ventures, David Gilmour, ha señalado que la tecnología portátil de carga rápida será una de las opciones de abastecimiento de combustible necesarias para abordar el futuro de la movilidad baja en carbono.
Adiós petróleo, bienvenido coche eléctrico
“El llamado oro negro que ha movido el mundo en los últimos 150 años, dejará de ser un motor económico”, así lo definía el director de Inversiones de la gestora de fondos Tressis, Daniel Lacalle.
El gran temor en torno al petróleo –además de las subidas inasumibles de precio- había girado hasta ahora en torno al fatídico momento en que la producción alcanzara el peak oil y se volviera cada vez más escaso. Desde que en 1859 se extrajo el primer barril de petróleo en Pensilvania, la demanda no ha dejado de crecer. Y la peor pesadilla del progreso mundial era que el petróleo se acabase.
En la actualidad, los avances tecnológicos y el desarrollo de las energías alternativas han dado lugar a la aparición de una nueva herramienta cada vez más eficiente, y que reemplazará al codiciado oro negro. Por su parte, empresas petroleras como la británica BP, no han dudado en adaptarse al mercado y a las nuevas necesidades de sus consumidores.
Según un estudio realizado por la Escuela Imperial de Londres, en el mejor de los escenarios, con una fuerte bajada de precios de las baterías acompañado por un ascenso del precio de los carburantes – en torno al año 2022- permitirá que el coste de las baterías se reduzca de forma importante, hasta lograr que su precio sea tan bajo, como para permitir que los coches eléctricos sean más competitivos a nivel económico respecto a los diesel y gasolina.
Replsol y Kia traen los coches eléctricos a España
Repsol y Kia ya han comenzado a ofrecer los primeros detalles acerca de su proyecto en conjunto para poner en marcha un nuevo operador de coche eléctrico compartido.
La empresa, que operará con la marca Wible, únicamente permitirá a sus usuarios utilizar los coches en Madrid con el objetivo de saltar a otras ciudades de España una vez que haya desarrollado el negocio.
Del mismo modo, Repsol también contará con su plataforma de recarga de coches eléctricos, Ibil – líder en número de puntos de carga rápida en estaciones de servicio en España- que incluye un servicio integral de recarga de coches eléctricos con energía 100% renovables.
Asimismo, los coches eléctricos son ya una realidad. Repsol, presidido por Antonio Brufau, es la primera empresa del sector petróleo que da un paso de este calibre. El negocio de los coches eléctricos supone diversificar su negocio tradicional, algo que empresas con BP están empezando a hacer también.