jueves, 12 diciembre 2024

El encarcelamiento de Junqueras y los exconsellers: arbitrario e irresponsable

No estoy de acuerdo con la decisión tomada ayer por la juez Lamela de enviar a Junqueras y a los siete exconsellers catalanes a la cárcel. No lo estoy. Lo siento. Respeto la decisión, pero no la comparto. Eso me ha costado uno de los habituales linchamientos en twitter a los que tan acostumbrados están los ultras de un lado y del otro, pero no por ello voy a dejar de decir lo que pienso. Y, por supuesto, en ningún caso creo que eso los convierta en presos políticos.

Simplemente creo que la justicia no se limita a la aplicación estricta de la ley, sino también debe tener en cuenta las consecuencias que puede tener una decisión. Y la de ayer puede tenerlas muy graves. Precisamente en un momento en el que se había conseguido neutralizar la acción del independentismo, que se había logrado desinflar el soufflé, enviar a medio gobierno catalán a prisión preventiva no ha hecho otra cosa que soliviantar a los independentistas.

Mala cosa, teniendo en cuenta que vienen unas elecciones en las que sería bueno que el independentismo, que se encontraba bastante desmotivado, no se movilizara de nuevo. Pues ya le hemos dado una excusa. Verán, la decisión de la jueza es arbitraria, lo es porque igual que jurídicamente puede argumentar el ingreso en prisión, también tendría argumentos suficientes para argumentar lo contrario como, de hecho, hizo ayer el Tribunal Supremo al menos unos días.

Y es que nos olvidamos de que la prisión preventiva es una medida cautelar que se toma pare evitar el riesgo de fuga o la destrucción de pruebas o, en casos muy graves de tipo penal, la comisión de nuevos delitos. Pero en España se abusa bastante de la prisión preventiva y, en mucho casos, se convierte en una ‘condena’ preventiva. ¿Qué pasa si luego en un juicio el previamente encarcelado es declarado inocente?

La justicia se imparte en un juicio justo. Y en España los juicios, diga lo que diga Puigdemont, son justos. Porque además es un sistema extraordinariamente garantista, el más garantista de nuestro entorno, y permite muchas apelaciones. Pero la prisión preventiva no… Es una condena sin haber pasado por el tribunal y, de algún modo, cuestiona el principio constitucional de la presunción de inocencia, que, nos guste o no, afecta a todos. También a Junqueras y los suyos.


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