La policía optó por la represión para impedir el voto catalán

Esteban Duarte y Maria Tadeo para Bloomberg

La policía española se congregó este domingo a las puertas de los centros electorales para evitar que los ciudadanos votaran en el referéndum ilegal por la independencia de Cataluña. Algunos manifestantes fueron arrastrados por los pelos, otros golpeados con bastones o alcanzados por balas de goma.

A pesar de la brutalidad policial contra las manifestaciones, que en gran parte eran pacíficas, las elecciones iniciaron a las 9:00 de la mañana en distintos puntos de la región. El Gobierno catalán dijo que 73% de los centros de votación abrieron, pero Enric Millo, representante del Estado español en la comunidad autónoma, aseguró que el voto había sido “desmantelado”.

El presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, indicó que la represión había sido “un uso injustificado, excesivo e irresponsable de la violencia”. “No terminó con los deseos de los catalanes de votar y decidir su futuro libremente, pero sí ayudó a responder todas las responder todas las preguntas que teníamos que abordar hoy”, comentó en un centro electoral cercano a Girona que fue asaltado por la Guardia Civil. “Hoy el Estado español perdió”.

“No terminó con los deseos de los catalanes de votar y decidir su futuro libremente»

El presidente Mariano Rajoy desplegó a miles de policías provenientes de otras regiones, para intentar mantener el orden en un momento en que la crisis golpea de cerca a su ya minoritario Gobierno.

Rajoy retiró su presupuesto del Parlamento la semana pasada, después de que sus aliados nacionalistas vascos advirtieron que derribarían el proyecto de ley en protesta por su manejo de las demandas catalanas. Su trabajo no está bajo una amenaza inminente, pero su autoridad está comprometida por su inhabilidad para legislar y algunos de sus homólogos europeos pueden quedar sorprendidos por las imágenes de este domingo en Barcelona.

No está claro cuándo se anunciará el resultado electoral, o si de hecho se hará. Tampoco hay encuestas a boca de urna, aunque es probable que todos los votantes sean pro-independentistas. En los comicios no vinculantes de 2014, que también se hicieron en desafío a los tribunales españoles, 80% de los electores respaldaron la separación, pero la participación fue de sólo 30%. En junio se dieron a conocer los resultados de la encuesta más reciente del Gobierno catalán, según la cual 35% de los encuestados estaban de acuerdo con que la región se independizara.

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Sebastián Hernández, portavoz de la policía española, informó que un oficial catalán fue arrestado durante la represión. El hombre comenzó a patear un vehículo de la policía nacional mientras los uniformados retiraban las urnas de una mesa de votación en Barcelona.

“No hubo un referéndum, ni nada que aparente serlo”, aseveró la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en una comunicado televisado desde Madrid. “El profesionalismo de nuestros servicios de seguridad tuvieron que compensar la irresponsabilidad del Gobierno regional”.

Rajoy enfrenta la mayor crisis constitucional de España desde el acuerdo político que siguió a la muerte del dictador Francisco Franco en 1975. Eso le dio a las administraciones regionales el control de áreas como la salud, educación y, en el caso de Cataluña, la policía. Todo funciona dentro de un sistema centralizado que recauda y distribuye los ingresos fiscales.

“No hubo un referéndum, ni nada que aparente serlo”

Mucho catalanes se quejan de ese sistema, sin embargo no han trazado un camino viable hacia la independencia. Rajoy, quien tiene el respaldo de los tribunales, advirtió que el referéndum es inconstitucional y que cualquier intento por cambiar la Constitución sería bloqueado por el Partido Popular.

Estado de emergencia

La represión de este domingo comenzó alrededor de las 8:45 de la mañana cuando la policía, armada con material antidisturbios, llegó al centró de Barcelona y le pidió a los activistas que se retiraran.

Rodeados por una multitud enardecida que gritaba “fuera del camino, nosotros votaremos”, los oficiales bloquearon el acceso a una escuela pública y empujaron a las personas lejos de las puertas, mientras que la policía catalana observaba desde un costado. Luego, ingresaron al edificio y removieron las urnas electorales. Los fiscales tomarán acciones contra los Mossos d’Esquadra por negarse a detener la votación, reportó El País.

voto catalán
Angel Navarrete/Bloomberg

Una mujer de cabello gris tenía sangre chorreando por su cara al salir de una pelea cuerpo a cuerpo. Entre tanto, la televisión catalana mostró imágenes de la policía antidisturbios empujando a los manifestantes por escaleras y luchando con los organizadores de los centros electorales. Voluntarios y paramédicos atendieron a los heridos, que -según el Gobierno catalán, eran unas 337 personas.

“Un Presidente cobarde inundó a nuestra ciudad con policías”, condenó la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que también pidió la dimisión de Rajoy. “Barcelona, ciudad de paz. No tengan miedo”.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, dijo en una entrevista en La Sexta que sólo una de 70 operaciones policiales involucró procedimientos antidisturbios, e insistió en que la acción policial había sido “proporcionada”. Aseguró que los Mossos habían pedido por escrito la ayuda de las demás fuerzas de seguridad del país.

Intento por votar

Al menos tres centros de la votación en la capital habían sido cerrados al mediodía. En otro, ubicado en el Passatge del Pla, alrededor de 200 personas estaban en cola para votar, mientras los organizadores intentaban mantener en línea su sistema computacional. La multitud aplaudía cada ve que un elector salía del edificio.

“No hay palabras para describir lo que este Gobierno ha hecho”

“No hay palabras para describir lo que este Gobierno ha hecho”, dijo Anna Bonet, un ama de casa de 56 años que había estado esperando desde las 6:00 de la mañana para votar por la independencia. “Estamos viviendo en un estado de emergencia”.

Bajo una lluvia persistente, al menos 500 personas esperaban para votar en otro centro en Passeig de Gracia. Los organizaron anotaban los números de identificación de los electorales para tratar de tener un registro de los comicios. También le pedían a las personas que apagaran sus móviles, porque su conexión 3G seguía fallando.

“Voy a casa a tomar una siesta y después volveré”, comentó Joan Guerrero de 59 años. “Me asusta que la policía española retiré las mesas para que no se cuenten los votos”. Según el ministro del Interior, La Guardia Civil logró cerrar el registro electoral catalán, lo que hace imposible realizar un voto adecuado.

Partido de fútbol

El Fútbol Club Barcelona pospuso su partido contra Las Palmas la tarde este domingo, debido a la agitación, informó el diario El País. La Palmas, de las Islas Canarias, planeaba jugar con una bandera española estampada en las camisetas de los jugadores.

referendúm catalán
Pau Barrena/Bloomberg

En Girona, cerca de frontera francesa, donde estaba previsto que Puigdemont votara, los Guardias Civiles bloquearon el acceso a las cabinas de votación, arrastraron a los manifestantes y rompieron las puertas de un pabellón deportivo, mientras buscaban las urnas electorales. Un manifestante fue sacado del lugar en camilla.

Puigdemont logró votar más tarde en un centro electoral diferente. “La Policía Nacional y la Guardia Civil tenían que actuar”, precisó Milo en una comunicado televisado. “Teníamos que hacer lo que no queríamos”.