Isabel Preysler, los hijos de Boyer y otras familias que acabaron destrozadas por el reparto de una millonaria herencia

«Se hereda por igual el dinero y las deudas» o «el dinero no da la felicidad». Frases cliché que estamos hartos de oír en nuestra vida diaria y que se magnifican y elevan a la máxima potencia cuando se barajan y ponen en pie herencias millonarias de familias relativas al sector de arte, la cultura, la política, la música o el cine de nuestro país. Familias que en apariencia se muestran unidas ante público y prensa pero que en realidad luchan entre sí con uñas y dientes por rascar hasta el último céntimo de lo que les corresponde en herencia por ley o palabra. Y es que desgraciadamente cuando hay dinero o poder de por medio, muchos se ciegan y no conoce a madre, padre, hermano ni hermana.

3
ROCÍO JURADO

El delicado drama de Rocío Jurado comienza desde que le detectaron el cáncer que la llevó a la muerte. Un año tardaron en abrir el testamento de la de Chipiona, que además de a sus tres hijos y a su marido, la cantante quiso beneficiar a sus hermanos, Gloria y Amador. La heredera universal fue Rocío Carrasco, es decir, que aunque suene a que su primogénita salió bien parada, lo cierto es que Rocío hija tuvo que asumir muchas deudas que habían quedado pendientes en la clínica de Houston donde a Rocío Jurado se le trató de aquella terrible enfermedad.

Según Amador Mohedano, “ella nos reunió a todos, vino con su abogada, y cuando le dijimos que las cosas de la herencia no encajaban, se levantó, se fue con su acompañante y nos dijo que nos buscáramos la vida”. Además el ex manager a de La Más Grande declaró que «Cuando la albacea empezó a hacer la repartición, mi cuñado Jose Antonio se dio cuenta que el reparto no estaba siendo equitativo y protestó. Rocío, muy enfadada, dijo que era un sinvergüenza. Mi hermana Gloria le defendió y mi sobrina le dijo ‘y tú eres otra sinvergüenza”.