Los ocho momentos más vergonzosos de las televisiones autonómicas

La falta de transparencia y pluralidad de los medios autonómicos de nuestro país es un hecho consumado -y conocido-; pero, en ciertas ocasiones, actuar bajo las directrices de el Gobierno regional de turno puede llevarse a niveles insospechados, rozando algunas de sus producciones el ridículo más absoluto.

Una situación que se ha repetido esta última semana con una producción vasca en la que se define a los españoles como catetos, paletos o chonis. Para dar voz a tan bellas palabras se invitó a varios representantes artísticos y de la vida social del País Vaco.

Entre los mismos se encontraba, Miren Gaztañaga, actriz que tiene un papel -secundario- en la última gran producción del cine español: El Guardián Invisible. Gracias a esta artista, puede que la película salga perjudicada, ya que diversos sectores están pidiendo el boicot, como ya ocurriera con La Reina de España de Trueba.

En cualquier caso, y sea como sea, no es la primera vez en la que esta situación se repite. De hecho, y como ya se ha citado anteriormente, todos los medios públicos y regionales suelen caer en este error. Aquí, la lista con los momentos más vergonzosos de los mismos:

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La constitución arde en directo en TV3

Cabe recordar que la Constitución española de 1978 es la norma madre en nuestro país, de la que emana el resto de la legislación. Es decir, las nuevas leyes no pueden chocar con los principios recogidos en la carta magna.

Por esta razón, en muchas ocasiones se hace uso de este documento para frenar las aspiraciones independentistas de ciertos sectores, lo que conlleva al correspondiente cabreo de los mismos. Lo que, por otro lado, alimenta el odio hacia el documento.

Puestos en situación, hay que remontarse hasta el año 201, cuando se vivió uno de los momentos más impactantes vividos en un espacio público en nuestro país. En el programa, Els matins , de la televisión pública catalana, TV3, se dedicaron a quemar un ejemplar de la Constitución. La autora de este ultraje fue la periodista y escritora, Empar Moliner.

Seguramente no es la primera vez que se hace arder este libro, pero el escenario en el que se hizo -sin ningún pudor- fue realmente llamativo y levantó ampollas en buena parte de la sociedad.