Un estudio identifica variantes genéticas que revelan por qué algunos fumadores son más propensos al cáncer de pulmón

El tabaco es uno de los grandes males que afectan a la salud de las personas a nivel mundial y que en España también supone un grave problema. Tanto a nivel de salud personal como a nivel colectivo del servicio sanitario español. Las enfermedades que derivan de esta adicción son bastantes y variadas, pero una predomina sobre todos: el cáncer. Por este motivo la Clínica Universidad de Navarra, una de las más importantes a nivel oncológico de España y Europa, sigue lanzando propuestas y programas para combatir y paliar las enfermedades derivadas del tabaquismo.

Por este motivo, un estudio liderado por especialistas del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN) ha concluido que los grandes fumadores –más de 20 cigarrillos al día– que presentan fenotipos extremos de alto y bajo riesgo de desarrollar cáncer de pulmón asociado al tabaco muestran diferentes perfiles genéticos que los fumadores que no padecen esta enfermedad. Una prueba más de como el tabaquismo modifica la salud y el cuerpo de los adictos y les perjudica en muchas facetas de la vida cotidiana poniendo en grave riesgo su salud.

Los resultados de la investigación se han publicado en la revista eBioMedicine, publicación del grupo The Lancet que tiene un alto impacto en el campo de la Biología Molecular y los avances genéticos. Además, el avance del estudio fue presentado en el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología celebrado en Chicago.

Una muestra más de los importantes pasos dados por la corporación para el conocimiento y el tratamiento de esta problemática que afecta a la salud mundial de forma bastante grave, especialmente a los países menos desarrollados que van con retraso en la lucha contra el tabaquismo.

Los investigadores han analizado el ADN germinal (el de las células normales) de grandes fumadores que, o bien desarrollaron cáncer de pulmón a una edad media de 50 años, o no lo presentaron a una edad media de 80 años, a pesar de haber fumado. Para ello, se ha recurrido a técnicas de última generación y los resultados se han analizado mediante métodos de bioinformática e inteligencia artificial, en colaboración con el Cima Universidad de Navarra y Tecnun-Escuela de Ingeniería de la Universidad de Navarra. Con estos resultados y su posterior análisis se espera poder realizar diferentes programas para facilitar los consiguientes tratamientos en la lucha contra los cánceres derivados de la adicción al tabaco.

Por ejemplo, este mal afecta a casi un tercio de la población española, que en los últimos datos del 2023 obtenidos por el Ministerio de Sanidad nos indican que el 23% de la población mayor de 15 años fuma de forma habitual a diario. Además a este número hay que añadir que un 3% es fumador ocasional y otro 25,7% confiesa ser exfumador. Unos número que dejan a las claras que más de la mitad de los españoles alguna vez han fumado y han arriesgado de esta forma su salud, aumentando las posibilidades de padecer un cáncer derivado de esta nociva práctica.

Ante esta situación, los doctores José Luis Pérez Gracia y Ana Patiño, especialistas del Área de Cáncer de Pulmón del CCUN y autores principales del artículo, explican que “este trabajo da los primeros pasos para identificar genes que pueden tener un papel importante en el desarrollo de esta enfermedad. Trabajar en esta línea nos permitirá saber por qué hay fumadores que son más propensos que otros a desarrollar cáncer de pulmón”.

Los investigadores han identificado variantes genéticas que muestran diferencias significativas entre los grandes fumadores con mayor riesgo de enfermar y aquellos con menor predisposición. Muchos de los genes validados tienen funciones relevantes para el desarrollo de cáncer, como la regulación del crecimiento celular y de la respuesta inmunológica, así como la reparación del ADN.

“El tabaco es el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón. Si identificamos los perfiles genéticos que generan mayor protección o mayor susceptibilidad de desarrollar esta enfermedad, podremos proponer nuevos enfoques terapéuticos o nuevas formas de prevención”, asegura el doctor Pérez Gracia.