Las preocupantes ideas de Mike Pompeo, el nuevo director de la CIA

El 23 de enero, tal y como Trump prometió en noviembre, Michael Pence tomó juramento a Michael «Mike» Pompeo como nuevo director de la CIA. Sólo un republicano, Rand Paul, votó en contra de que Pompeo fuese el nuevo líder de la Agencia. En el bando demócrata, muchas cejas se alzaron, alarmadas, por las polémicas ideas del nuevo director.

Pompeo es un alumno de Harvard, exmilitar, el fundador de 3P Manufacturing (anteriormente conocida como Nex-Tech Aerospace y, cuando la creó, Thayer Aerospace and Private Security) y antiguo director ejecutivo de Sentry International, una compañía de equipamiento para la extracción de petróleo y gases.

Solo un republicano votó en contra de Pompeo

Como se puede ver, la carrera del nuevo director de la CIA no es menos que estelar, como la de gran parte de los políticos que llegan a los escalafones más altos del sistema. Cuando alguien llega hasta lo alto de la escalera, rara vez es solo suerte. La suerte juega gran parte en ello, pero los contactos y el intelecto también importan.

Mike Pompeo no sale de la nada. En 2010, abandonó su puesto en Sentry International para ser el representante del cuarto distrito de Kansas, donde está Wichita, la ciudad donde estaba basada la empresa. La campaña fue, en parte (80.000 dólares), financiada por Koch Industries, el coloso de los hermanos Koch, los grandes impulsores de la ultraderecha en EEUU, que también sede en la misma ciudad. El New York Times llegó a publicar un extenso perfil sobre la influencia de los Koch en Wichita.

Hasta el 23 de este mes, Pompeo estuvo trabajando como representante de Kansas en el mismo distrito, el cuarto. Sin embargo, con su elección como director de la Agencia, tuvo que dejar atrás esa parte de su vida.

Desde 2010 hasta 2016, Pompeo fue el representante del cuarto distrito de Kansas

El republicano no es, bajo ningún concepto, estúpido. Pero, de la misma manera que gente muy inteligente puede cometer errores, gente muy inteligente puede tener ideas preocupantes.

El nuevo director de la Agencia acusó en 2014 a Obama de “[…] negarse totalmente a tomarse la guerra contra el islamismo radical en serio – desde acabar con nuestro programa de interrogatorios en 2009 a intentar cerrar Guantánamo”.

Aunque hablar de «programa de interrogatorios” suena inocuo, no tanto cuando uno piensa en lo que pasaba en 24, la serie protagonizada por Kiefer Sutherland como Jack Bauer. Las técnicas de interrogatorio a las que se refiere no son simples juegos de poli bueno-poli malo, sino, más bien, cosas como la antigua técnica del waterboarding (sumergir la cabeza del detenido en agua y provocarle asfixia controlada), inventada por la Inquisición Española en el siglo XV. Pompeo, al criticar las órdenes de Obama de que sus interrogadores deban acatar leyes antitortura, dejaba clara su posición.

El nuevo director tampoco quiere acabar con las black sites (las prisiones secretas) sea algo negativo. Son centros que operaron con extrema crueldad entre 2001 y 2006, tras el 11S y cuyo regreso se está evaluando. Al menos es lo que se sugiere tras un borrador de orden ejecutiva que, supuestamente, contemplaría el regreso de estos centros y de la tortura, unas ideas con las que no comulga el nuevo secretario de Defensa, James Mattis.

Pompeo considera que acabar con las prisiones secretas es mala idea

También podemos tener en cuenta uno de sus gaffes acerca de la huelga de hambre de Guantánamo de 2013, cuando los prisioneros fueron alimentados a la fuerza por la nariz. «Tenemos la obligación de alimentarlos. Lo único que voy a decir de estos hombres que dicen estar en huelga de hambre, es que parece que han ganado peso», afirmó entonces.

El nuevo director, cuando se descubrió que ni Obama ni Hillary Clinton habían hecho nada impropio en Benghazi, afirmó (apoyado por Jim Jordan, otro representante republicano) que se había ocultado información. Pompeo añadió una adenda de 48 páginas en el que criticaba a Obama.

Todo esto hace dudar a muchos de si Pompeo es la elección correcta para el cargo. Sin embargo, Adam Schiff, un demócrata de California afirma que, a pesar de haber estado en desacuerdo con Pompeo, es una persona dispuesta a escuchar, una capacidad crucial para un director de inteligencia.