El abogado sevillano que quiere tumbar a Apple

Víctor López es tan solo un usuario de productos Apple más, pero con una diferencia primordial a la mayoría de nosotros. Y es que, este sevillano se ha convertido ya en todo un experto en cuestiones legales, con tan solo 28 años de edad.

Recuerda que un día, mientras ojeaba un periódico en un viaje de metro en Londres, vio una noticia que le llamó la atención: Bruce Willis planeaba demandar a la compañía de la manzana por no poder dejar en herencia a sus hijos toda la lista de música que había adquirido a lo largo de los años a través de estas herramientas.

bruce_willis_smartphone-AppleFinalmente, el carismático actor, conocido por sus papeles como protagonistas en films como La jungla de cristal o El sexto sentido y por una calvicie que no le hace perder un ápice de sex appeal; decidió no entrar en esta batalla legal, aunque logró encender una llama de curiosidad que desembocó en la investigación en este abogado andaluz, que siguió indagando acerca de esta cuestión.

«Indagué un poco sobre este tema y decidí realizar mi trabajo de fin de máster acerca de esta cuestión«, confiesa el miembro fundador del bufete de abogados, LBO, en su ciudad natal.

El abogado ha presentado una demanda de conciliación para que Apple cambié la palabra comprar por adquirir

Una labor académica que le ha llevado al punto en el que se encuentra actualmente: ha presentado una demanda de conciliación en los juzgados de lo mercantil en la capital de España.

«Tan solo pido que se modifique la palabra comprar por adquirir, ya que el primer término cuenta con unas condiciones inherentes legales de compra-venta que no son reales con los servicios que ofrece esta transacción», explica López.

De hecho, considera que cuando los usuarios damos al botón de comprar en la aplicación, en realidad lo que estamos haciendo es adquirir una licencia de uso sujeta a una cuenta de usuario y a una contraseña. Cuando, por ejemplo, morimos, cualquier derecho sobre estos productos -ya sean musicales, libros o audiovisuales- se pierden.  

«Hay que advertir a los usuarios que no es lo mismo este servicio que acudir a la FNAC -por ejemplo- para comprar un disco o una película, con el que puedes hacer lo que quieras una vez realizada la transacción. Yo adquiero muchas licencias de uso a través de Apple, pero si hubiera sabido esta cuestión desde un primer momento, tal vez no habría desembolsado más de 2000 euros«, confiesa López.

«No voy a ganar dinero con esto, pero dediqué un tiempo de mi vida en estudiar el tema y quería materializar todo esto»

Por ello, queda claro que este joven solo se considera un usuario más de estas plataformas que busca cambiar una situación que ha advertido a través de su actividad profesional y académica. Por ello, no se ha aventurado a hablar sobre otras compañías, tanto españolas como extranjeras: «No me atrevo a hablar sobre otras empresas o países. Me he centrado en este producto y el sistema jurídico español, que es el que conozco«.

«No voy a ganar dinero con esto, pero dediqué un tiempo de mi vida en estudiar el tema y quería materializarlo«, continúa el joven letrado andaluz, que añade además que se vio lanzado en este sentido por la opinión de los catedráticos de su universidad: «No han cesado en su intento de que presentara esta demanda«.

En cualquier caso, López se atreve a adivinar las líneas estratégicas de la defensa de Apple para justificar esta situación: «Seguramente su línea de defensa se va a basar en los contratos de términos  y condiciones que ofrecen, donde sí aparece detallada esta información y son muy claros», confiesa el abogado.

Desde luego, y a pesar de esta claridad en los documentos, «al final nadie se lee un contrato de 40 folios para descargar un tema musical que cuesta 0,99 céntimos de euro«, en palabras del experto.

¿Y si Apple da de baja tu cuenta?

Pero, el problema va más allá. En los términos y condiciones que los usuarios aceptan con la compañía de Cupertino al contratar este tipo de servicios aparece una clausula que otorga a la misma la capacidad de suspender una cuenta si lo creen necesario. Con ella, desaparecerían todos los documentos que se han ido adquiriendo a lo largo de los añoso meses y días-

En este caso, los clientes podrían llegar a reclamar el dinero invertido en este propósito. Aunque se trata de una opción diferente a la que se ha propuesto hasta la fecha. «Estos clientes podrían alegar un error o un vicio en su consentimiento para reclamar parte de esta cuantía«, confirma el propio experto legal.