Modernizarse o morir: los otros taxis del mundo

La Comunidad de Madrid ha rechazado la última propuesta de los taxistas en la que reclamaban, entre otras medidas, que los vehículos VTC se contraten como mínimo con una hora de antelación. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, ha calificado esta propuesta de «aún más radical que las anteriores» ya que pretende la «eliminación» de Uber y Cabify. El taxi se enroca en un problema que se extiende a otros sectores tradicionales.

Pero los taxistas no se rinden. Se declaran en guerra contra la Administración y no piensan dejar las armas hasta que no consigan lo que quieren, tal y como ha sucedido en Barcelona. En esta línea, el gremio ha confirmado que llevará a cabo una gran manifestación «por la defensa del servicio público» junto a otros sectores afectados en caso de que no haya una solución al conflicto.

Por su parte, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, asegura que «todos quieren» que el conflicto con los taxistas se solucione, pero advierte de que no va a tolerar acciones ilegítimas «ni por la fuerza ni por ocupación del espacio público».

LO TRADICIONAL, EN CRISIS

Los taxistas no son los únicos que se han visto afectados por la entrada al mercado de estos nuevos servicios online. Sin ir más lejos, hace apenas unos días, un negocio centenario que se mantenía en el centro de la ciudad, la librería Nicolás Moya, colgaba el cartel de “liquidación por cese de actividad”.

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Aunque aún no hay fecha oficial de cierre, los dueños de la primera librería española especializada en el «arte de curar» han anunciado que será durante los próximos meses, pues no puede afrontar la crisis del papel y están teniendo pérdidas millonarias.

¿El fin de una era? Los medios de comunicación también señalan a la crisis del papel como fuente principal de sus problemas económicos. De hecho, los cuatro grandes medios españoles (El País, El Mundo, ABC y La Razón) han vendido este último año 65.000 ejemplares menos que únicamente El País hace diez años, según ha publicado VozPopuli.

«La gente prefiere leer el periódico desde sus móviles. Voy a tener que cerrar el kiosko porque ya no es un negocio rentable. Yo vendo más artículos además de prensa. Así que estoy sobreviviendo un poco más que mis compañeros que solo ofertaban prensa o revistas. Aunque reconozco que no creo que pueda mantenerlo abierto mucho más, ya no es nada rentable«, comenta a este medio un kioskero del centro de Madrid.

«MODERNIZARSE O MORIR» 

Esta sangría que están viviendo los negocios tradicionales es extensible a cualquier sector. Los ejemplos son infinitos. Internet lo ha cambiado todo, desde la forma de relacionarse hasta la forma de hacer negocio. Servicios como Deliveroo, Netflix, Wallapop, Amazon o Airbnb han barrido a los comercios tradicionales, de los cuales muchos de ellos se han visto obligados a echar el cierre tras declararse en quiebra.

¿Cómo pueden competir los negocios tradicionales en la nueva era? Modernizándose. ‘El entorno en que nos movemos cambia y nos tenemos que adaptar, es lo primero que hay que entender’, aconsejó el emprendedor Víctor Martín en un Foro llamado «Emprender y crecer en la era digital».

En esta línea, Barry Libert, Megan Beck y Jerry Wind, tres expertos en esta área, realizaron una investigación llamada ‘El imperativo de la Red: cómo sobrevivir y crecer en una época de modelos de negocios digitales’.

En ella concluyeron que “las empresas están creando nuevos modelos o se están adaptando a los viejos para desarrollar cambios fundamentales en la tecnología, escenarios competitivos, políticas y regulaciones gubernamentales o de macro tendencias para satisfacer a sus clientes de nuevas maneras”.