Sacyr redobla su apuesta internacional en la recta final de su plan estratégico

“Todos los ob­je­tivos del plan es­tra­té­gico 2015-2020 se han cum­pli­do”. Son palabras de Manuel Manrique, presidente de Sacyr, durante la última junta de accionistas. No cabe duda de que el grupo ha cumplido importantes hitos marcados en dicho plan. Y aunque otros ya cuentan con un alto grado de avance, lo cierto es que todavía les falta el arreón final para dar sentido pleno a dichas palabras.

Uno de esos hitos que necesitan un empujón tiene que ver con la internacionalización del grupo. Cierto que ha ido aumentando. Si en 2015 la contribución internacional a las ventas era del 35%, a finales del tercer trimestre de 2019 la facturación internacional supuso el 58%. El Plan Estratégico 2015-2020 situaba dicho porcentaje en el 75% a finales de este año. Un salto propiciado por el hecho de que el 72% de la cartera de obras y servicios ya está fuera de España, frente al 44% de 2014. La cartera de ingresos futuros supera los 42.616 millones de euros.

En 2020, y para hacer realidad las previsiones del plan, Sacyr seguirá apostando por lo que considera como home market (España, Colombia, Portugal, Chile, México, Perú e Italia). Además, harán lo que denominan como “crecimiento selectivo” en el mercado anglosajón (Estados Unidos, Canadá, Australia y Reino Unido).

Mercados domésticos como España o Colombia, el mercado anglosajón, y otros países de Latam con menos actividad serán su trampolín

Así, en 2019, ganó un contrato en Escocia para la construcción de la ampliación del tranvía de Edimburgo junto a otros contratos ferroviarios y viarios en Irlanda. En Estados Unidos, durante los dos últimos años, ha conseguido una cartera de 382 millones de dólares en Florida, más otros 102 millones en Texas.

También seguirá poniendo sus picas en otros mercados de Latinoamérica donde cuentan con actividad como Brasil y Uruguay. A modo de ejemplo, durante 2019 Sacyr ganó cuatro nuevos proyectos de concesiones de infraestructuras en Chile y Uruguay.

LA DEUDA DE SACYR

Dentro del Plan Estratégico, Sacyr se marcó dos objetivos: incrementar de forma relevante tanto la cifra de negocio como el beneficio procedente de las operaciones. Desde que arrancó dicho plan, la constructora ha tenido un crecimiento anual acumulado del 23% en su Ebitda. En lo referente al resultado neto y al flujo de caja operativo, ambos han crecido el 46% y el 76% anual, respectivamente.

Durante los últimos cuatro años, Sacyr también ha reducido de manera notable su deuda corporativa. Manuel Manrique llegó a adelantar que, al cierre de 2019, quedaría por debajo de los 1.000 millones de euros.

A finales de 2018, la deuda corporativa con recurso era de 1.138 millones. Nueve meses después, cayó hasta los 1.082 millones. El reto está al alcance de la mano. Hay que tener en cuenta que Sacyr ha reducido su ratio de deuda neta/Ebitda hasta el 8x. Si se echa la vista atrás, en 2012 era de 40x, y en 2009, de 56x. Pasos de gigante que debe continuar dando.

Durante el último lustro, ha reducido su deuda desde el 545,5% de su patrimonio neto hasta el 387,6%. Si la deuda financiera neta era de 19.526 millones de euros en 2008, una década después se situó en 4.045 millones. De esta cantidad, unos 2.907 millones están ligados a la financiación de proyectos. Por tanto, sin recurso a la matriz. A cierre de septiembre de 2019, la deuda neta del grupo aumentó ligeramente hasta los 4.634 millones de euros por el incremento de las inversiones para desarrollar nuevos proyectos concesionales.

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En este sprint final del plan, el crecimiento continuo y sostenible en el negocio concesional seguirá siendo un pilar básico. La intención es que, en diciembre de 2020, el 85% de los flujos de caja sean recurrentes y estables. De enero a septiembre de 2019, el 77% del Ebitda procedió ya de negocios concesionales.

Sacyr también seguirá apostando por seleccionar aquellos proyectos que generen caja y rentabilidad, por una estricta disciplina financiera (para reducir la deuda), por la innovación y la tecnología, y por la sostenibilidad. Sin olvidar maximizar el valor para el accionista. En este mes de enero pagará otro script de 1×46, o de 0,056 euros por acción.