Jesús Quintero quiere ‘desjubilarse’ a pesar de las negativas de Canal Sur

En la primavera de 2016, y tras mucho insistir Quintero, Canal Sur decidió financiar la última aventura de ‘El loco de la colina’. La autonómica andaluza daba luz verde a un proyecto low cost de comunicador onubense, que se despedía ante las cámaras con el espacio de archivo ‘Memorias del loco’ (programado en la medianoche).

Quintero ya había desempolvado sus cuarenta años de entrevistas en el interesante documental ‘Mi querida España’, pero quería despedirse de la tele de su tierra con un espacio recopilatorio que servía de colofón a su carrera.

Cierto es que tras la emisión del programa Quintero saltó a la primera plana mediática por su situación económica: varios medios filtraron unas llamadas del entrevistador al encarcelado Luis Pineda.

En ellas Quintero le pedía que mediase para que no le embargaran por sus inasumibles deudas, pero también se desprendía que ‘El loco de la colina’ meditó chantajear al capo de Ausbanc, atónito al comprobar que el rey del silencio pretendía nombrarlo responsable sin sus deudas.

EL PALO DE QUINTERO

El verano de 2016 Quintero lo pasó ‘malito’: la prensa rosa lo tiró por los suelos, ‘Sálvame’ escarbó en su basura y los paparazzis se recrearon en un aparatoso accidente de tráfico en el que por suerte salió ileso.

Quintero
Jesús Quintero quiere volver.

Tras dos años de silencio, otra vez el silencio, Quintero decidió jubilarse. Era el verano de 2018 y decidió donar sus 10.000 horas de archivo audiovisual a su pueblo natal, San Juan del Puerto (Huelva).

‘EL LOCO’ QUIERE VOLVER

Jesús Salvago, guionista de los programas de Quintero durante tres décadas, anunció hace unos días en ‘Lo de Évole’ que su eterno compañero quiere volver a la televisión. Salvago, que puso a parir a su cuate en el ensayo ‘El purgatorio’, se desdijo después de algunos golpes bajos.

Quintero, que no es rencoroso y que quiere volver a «el Guadalquivir de las estrellas», ha dejado claro en ABC que tiene proyectos en mente: «A mí me encantaría hacer ahora dos cosas: un programa en la biblioteca del Senado que se llamara ‘El candidato’ y entrevistar allí a los más sabios de la Tierra. Y el reencuentro de ‘Cuerda de presos’, saber qué ha sido de ellos».

Eso sí, sabe que no lo tendrá fácil: «Es increíble que siendo medalla de Andalucía y con más de 150 premios que Canal Sur -al que yo le llamaría Canal Andalucía- no apruebe mis proyectos. Lo malo es que en la calle los andaluces me piden que vuelva y a mí me encanta hacer televisión para los andaluces».

Quintero, viejo zorro, apuesta por el chauvinismo para ganarse el favor popular: «Puede que no seamos una región muy ilustrada pero los árabes estuvieron aquí setecientos años y llegamos a tener diecinueve parlamentarios en el Senado romano. La gente en Andalucía sabe mucho y es muy lista y se queda con la copla y con el compás. Cuando yo hago un silencio, saben que es por algo. Los andaluces lo llevamos en la sangre».

PUERTAS CERRADAS PARA QUINTERO

Canal Sur lleva años rechazando los proyectos de Quintero. Bajo gobiernos del PSOE no lo querían ver porque sus últimos proyectos regulares, ‘El gatopardo’ o ‘El sol, la sal y el sol’, no lograron la audiencia esperada. Y la reputación del comunicador está por los tobillos tras los audios delatores de Pineda.

El tándem PP-Cs tampoco lo tiene en estima porque Quintero fue durante décadas el comunicador andaluz progre por excelencia, a pesar de que Juan Guerra lo demandó. Y este hecho le complica las cosas ya que los nuevos tiempos pasan por comunicadores de ideología conservadora en boca como Álvaro Zancajo o Carlos Herrera.

SILENCIOS

Veremos si podremos volver a paladear los silencios de Quintero, pausas que según Salvago no siempre fueron una estrategia para buscar la locuacidad del entrevistado: «A veces son un silencio de no saber qué decir cuando alguien te ha dicho lo que te acaba de decir. El silencio lo hemos estudiado».

Quintero
Jesús Quintero ha planteado su vuelta.

«El silencio de un arma, es un arma muy importante, porque si tú le haces una pregunta a alguien y esa persona se queda callada, inmediatamente sales con otra pregunta. La cagas, porque tienes que presionar para que esa persona, al quedarse callado, se vea obligado a decir lo que no quiere decir», añadía.

Quintero, explica su Cyrano, «se rodeaba de artistas. Quería hacer siempre arte y entonces digamos que de algún modo yo no me sentía lejos de lo que yo hacía trabajando con Quintero, porque de algún modo estaba haciendo un poco lo que yo hacía. Lo que pasa es que, en lugar de escribir para mí, digamos escribía para un personaje»: El loco de la colina.