España ha crecido mucho a nivel gastronómico gracias a chefs como Dabiz Muñoz o Martín Berasategui. Salir a comer o cenar se ha convertido en el plan de ocio por excelencia. En casa, también se nota. Cada vez existe más pasión por la cocina. Eso sí, en los hogares se apuesta por productos clásicos y elaboraciones sencillas. Por eso te traemos este bacalao al ajillo, un pescado de lo más sabroso que puedes hacer en cinco minutos. Te enseñamos todo. Toma nota.
El bacalao, de muchas formas
El bacalao lo puedes cocinar de diferentes maneras. Algunas muy tradicionales, como el famoso bacalao al ‘pil pil’ o con tomate. También se puede cocinar al horno con las especias que más te gusten. Sin embargo, para una cena (o comida) rápida lo ideal es hacerlo a la sartén. Siempre y cuando lo acompañes de un buen adobo, tendrá mucho sabor y estará bien jugoso. En esta ocasión te vamos a enseñar a hacerlo al ajillo. Estos son los ingredientes que vas a necesitar.

Ingredientes
- 500 g de bacalao en trozos
- 4 dientes de ajo grande
- ¼ de vaso de vino blanco
- Perejil cortado
- 1 hoja de laurel
- Aceite de oliva Virgen Extra
- Sal
Cómo puedes observar el listado de ingredientes no es demasiado extenso. Lo mejor de todo es que la mayoría de los productos que vas a usar probablemente los tengas en la cocina. De no ser así los puedes encontrar fácilmente en cualquier supermercado. También se puede añadir una cayena de forma opcional si te gusta el toque picante. Ahora te enseñamos a preparar el plato.

Dorar los ajos
Lo primero que debes hacer es aromatizar el aceite en el que vas a freír después el bacalao. Para ello coge los dientes de ajo y córtalos en láminas. Coge una sartén y agrega aceite. No te cortes. Pon los ajos a dorar a fuego bajo o medio. Si vas a incluir la cayena, este es el momento en el que debes hacerlo, para que aporte ese toque picante al plato, que a muchos les encanta. Cuando estén listos, retira todo de la sartén, a excepción, por supuesto, del aceite que has utilizado.

Freír el bacalao
Lo mejor es utilizar bacalao desalado ya en trozos. Los puedes comprar en cualquier supermercado. Añade la sal que sea necesaria y ponlos a freír en la misma sartén. Es importante que pongas primero la piel boca abajo. Pon el fuego a media potencia y deja que se haga aproximadamente un minuto por cada lado. Si usases vino, habría que doblar los tiempos, pero en esta receta después terminarán de cocinarse con el aroma que aporta este líquido. Te enseñamos el final de la receta.

Terminar el bacalao al ajillo
Pasados esos dos minutos, incorpora el vino blanco y la hoja de laurel. También puedes volver a introducir los ajos en la sartén. Añade también el perejil picado. Deja que todo se cocine junto durante aproximadamente dos minutos para que se impregnen bien todos los sabores. Entre medias dale la vuelta al bacalao. El alcohol del vino se habrá evaporado y el bacalao habrá terminado de cocinarse. El sabor será increíble. Ahora te contamos con qué puedes acompañar este plato y si se trata de una receta saludable.

Las patatas siempre son una opción
Este bacalao al ajillo es ideal para una cena. Si lo quieres para comer, igual se te queda corto. Siempre puedes preparar algún primer plato o entrante o apostar por una guarnición. Más allá de una ensalada, que siempre acompaña bien, las patatas son una apuesta segura. Como el tiempo de cocinado del bacalao es escaso, las tendrás que cocer a parte si es que las quieres así. Las puedes hacer también fritas o al horno. Lo que debes tener en cuenta es que si las introduces a última hora en la salsa que has preparado para el bacalao estarán mucho más ricas.

Una receta saludable
El bacalao es un pescado con muchas propiedades y proteínas. Existen formas más sanas de cocinarlo (al horno, sobre todo), pero no por freírlo deja de ser menos recomendable. Si estás a dieta simplemente puedes retirar gran parte del aceite después de dorar los ajos. Más allá del aceite los ingredientes que hemos utilizado son sanos y para nada contraproducentes. De todas formas, no es necesario que cocines este plato a diario. Pero no pasa nada porque lo hagas una vez a la semana ¡A gozar!
