Pablo Ibáñez, más conocido como El hombre de negro por su papel en el exitoso programa El Hormiguero, presentado por Pablo Motos, enfrenta una importante deuda con Hacienda que ha alcanzado los 256.409 euros. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha confirmado la sentencia, tras una investigación que reveló irregularidades en la gestión de los ingresos del excolaborador entre 2011 y 2014. Este caso pone de manifiesto cómo el uso de sociedades para reducir la carga fiscal puede convertirse en un problema serio si no se cumplen las normativas vigentes.
Los ingresos de Pablo Ibáñez en El Hormiguero

Entre los años 2011 y 2014, Pablo Ibáñez declaró ingresos totales de 696.750 euros por su trabajo en el programa liderado por Pablo Motos. De esta cantidad, 559.246 euros fueron gestionados a través de la sociedad Burlesque Noir, dejando solo 137.504 euros sujetos al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Este tipo de estrategia permitió que la mayor parte de sus ingresos fueran gravados bajo el Impuesto de Sociedades, que tiene tasas más bajas en comparación con el IRPF, lo que generó un importante ahorro fiscal. Sin embargo, esta gestión irregular fue detectada por la Agencia Tributaria, lo que desató el proceso legal.
Las cifras de la polémica

Durante los años investigados, los ingresos de Ibáñez fueron aumentando considerablemente. En 2011 declaró 111.100 euros, en 2012 subieron a 152.700 euros, en 2013 alcanzaron los 202.000 euros y en 2014 llegaron a 230.950 euros. Según Hacienda, estos montos deberían haber sido tributados en su totalidad como rendimientos del trabajo personal, algo que no ocurrió debido a que la sociedad Burlesque Noir fue utilizada para gestionar una parte significativa de ellos.
El uso de Burlesque Noir para deducir gastos personales

Además de gestionar ingresos, la sociedad Burlesque Noir fue utilizada para deducir gastos personales que Hacienda consideró improcedentes. Entre estos gastos destacan compras en tiendas de lujo como Hugo Boss y Giorgio Armani, así como adquisiciones en Leroy Merlin y Maisons du Monde. También se incluyeron en la lista de deducciones cuestionadas los pagos realizados en restaurantes como La Vaca Verónica y estancias en el Hotel Bahía. La Agencia Tributaria concluyó que estos gastos no estaban relacionados con la actividad profesional de Ibáñez y, por tanto, no eran deducibles. ¿Qué tendrá que ver Pablo Motos en esto?
La sentencia del TSJM

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid fue contundente al rechazar los argumentos de Pablo Ibáñez. Según la sentencia, la sociedad Burlesque Noir “no añadía ningún valor” a la actividad profesional del excolaborador de El Hormiguero. Los magistrados consideraron que la sociedad fue utilizada con el único propósito de reducir los tipos progresivos del IRPF, algo que está explícitamente regulado por la normativa fiscal. Además, el fallo señala que Ibáñez incumplió la obligación de valorar las operaciones por su valor normal de mercado, lo que agravó su situación legal.
Irregularidades en la gestión de ingresos

La sentencia también destacó que no había una interpretación razonable de la normativa en la forma en que se gestionaron los ingresos y las deducciones. Esto dejó claro que las prácticas utilizadas por Ibáñez no solo eran irregulares, sino que también carecían de una justificación válida. Como resultado, se concluyó que debía hacer frente a la deuda tributaria de más de 256.000 euros, una cifra que incluye impuestos impagados y sanciones correspondientes. ¿Qué tendrá que ver Pablo Motos en esto?
Estrategias fiscales bajo escrutinio

El caso de Pablo Ibáñez no es el único en el que una figura pública ha sido señalada por el uso de sociedades para reducir su carga fiscal. Aunque estas estructuras son legales en principio, Hacienda exige que las retribuciones declaradas cumplan con los valores de mercado. En situaciones similares, otros artistas han logrado justificar el uso de sociedades siempre que estas desempeñen una función real en su actividad profesional. Sin embargo, en el caso de Ibáñez, quedó demostrado que la sociedad Burlesque Noir no aportaba ningún valor añadido a su labor como colaborador televisivo.
La vinculación con Pablo Motos y El Hormiguero

El papel de El hombre de negro en El Hormiguero le permitió alcanzar una gran notoriedad, pero también lo convirtió en el centro de atención de las autoridades fiscales. El programa de Pablo Motos, conocido por su popularidad y su alto nivel de ingresos publicitarios, ha sido un trampolín para muchos de sus colaboradores. Sin embargo, este caso demuestra que el éxito mediático no está exento de responsabilidades fiscales, y que una mala gestión de los ingresos puede tener consecuencias legales graves.
La opinión del tribunal sobre el caso

El TSJM fue claro al señalar que las prácticas de Ibáñez constituían un incumplimiento de las normas fiscales. La sentencia subraya que “concurre culpa en la actuación de la parte reclamante”, lo que refuerza la idea de que las irregularidades detectadas no fueron accidentales. Esta postura reafirma la importancia de cumplir con las normativas fiscales y de evitar estrategias que puedan interpretarse como intentos de eludir impuestos. Y lo que pasó en el programa de Pablo Motos no es el ejemplo a seguir.
¿Qué enseñanzas deja este caso?

El caso de Pablo Ibáñez pone de manifiesto la importancia de gestionar adecuadamente los ingresos, especialmente cuando se trata de figuras públicas. El uso de sociedades para reducir la carga fiscal puede ser una estrategia válida, pero solo si se respetan las normativas vigentes y se justifica el valor añadido de la sociedad en cuestión. De lo contrario, las consecuencias pueden incluir sanciones económicas significativas y un daño a la reputación profesional.
Un recordatorio para las figuras públicas como Pablo Motos

La sentencia contra El hombre de negro es un recordatorio de que las figuras públicas, al igual que cualquier ciudadano, deben cumplir con sus obligaciones fiscales. La Agencia Tributaria ha intensificado su vigilancia sobre el uso de sociedades en los últimos años, lo que significa que este tipo de estrategias está bajo un escrutinio cada vez mayor. Desde Merca2, te recordamos que una gestión fiscal adecuada no solo evita problemas legales, sino que también protege la imagen pública de quienes están en el ojo mediático.