La guerra de interproveedores en Mercadona bajará los precios

Mercadona alardea de lo bien que les va a algunos de sus nuevos ‘proveedores totalers’ porque han realizado nuevas inversiones y han ampliado plantilla gracias a su nuevo modelo, mientras otros pagan un alto precio por guardar fidelidad eterna al rey de los supermercados en España. La guerra de interproveedores de Mercadona tendría que traducirse en una reducción de precios al consumidor; pero la realidad, de momento, es distinta.

Desde 2012, Juan Roig ya trabajaba en un cambio de modelo. Ahora Mercadona abre el abanico de proveedores, lo que implica que dejará de trabajar con las 120 empresas que le hacían en exclusiva su marca blanca (Hacendado, Deliplus, Bosque Verde y Compy) para hacerlo con 1.400 proveedores. Su nueva estrategia se llama ‘proveedor totaler’ y se aplica en sus más de 1.600 supermercados repartidos en España, donde es el líder con una cuota del 24,9% del mercado.

En mayo de 2018 tuvo lugar la vigésima reunión de interproveedores de Mercadona, en la que se explicó en profundidad la importancia de cumplir siempre el ‘modelo totaler’, inspirador de la nueva figura del ‘proveedor totaler’. En ella, la compañía abordó “la necesidad de seguir adaptándose a sus ‘jefes’ por medio de la especialización, lo que implica desarrollar el surtido producto a producto y no por categorías como mejor opción para dar respuesta a la misión de Mercadona”.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»108613″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

A muchas de estas firmas Mercadona les dio un nombre y una seguridad, la de vender un determinado volumen anual. Sin embargo, el cambio de estrategia añade más competencia en el sector y ajusta los costes y márgenes de tal manera que no todas podrán afrontar los nuevos requisitos de Juan Roig.

Fuentes cercanas a esta situación aseguran que “sus costes operativos han subido mucho porque han incrementado su número de proveedores de forma realmente dramática. Antes la gestión del producto la realizaba el interproveedor”. Esta nueva lucha entre proveedores supondrá una reducción del precio de los productos para los consumidores, aunque de momento tampoco se aprecia.

MERCADONA PRESUME Y DESTRUYE A LA VEZ

Así, Mercadona presume en su memoria anual que Aceites del Sur-Coosur ha invertido 4,2 millones de euros y ha creado 23 empleos nuevos o que Queserías Entrepinares Las Arenas (Valladolid) ha invertido 15 millones de euros y creado 40 puestos de trabajo, entre otras muchas empresas.

A estos interproveedores les va bien; sin embargo, a los más antiguos no tanto. La lista de interproveedores que han vendido el negocio o han tenido que aliarse es elevada. El nuevo grupo, Cerealto Siro Foods, ha puesto a la venta la división de pan y bollería, mientras que el fabricante de detergentes sevillano Persán se ha hecho con la fabricación de la marca de Amazon para Europa.

Fuentes cercanas a todo el proceso de cambio en el modelo aseguran que Mercadona llegó a identificar hace años que los interproveedores eran su mayor fuente de riqueza, pero a la vez su mayor debilidad. Demasiada facturación concentrada en muy pocos proveedores, los cuales a su vez dependían al 100% del gigante de Juan Roig. A partir de aquí se fija la estrategia del 30/70, es decir disminuir un 30% la facturación de estos interproveedores para depender menos de ellos hasta el momento de abrir el abanico para que entre competencia.

RETRASO EN EL PLAN DEL ‘PROVEEDOR TOTALER’

A pesar de la importancia que le ha dado Mercadona a su nuevo modelo con los proveedores, en el desarrollo sostenible de los cinco componentes principales de su negocio, el que corresponde al proveedor, lleva un fuerte retraso.

De las seis políticas que tenían que haber completado en 2018, solo dos se han consolidado: el código de buenas prácticas comerciales y la protección de datos. Por el contrario, no han conseguido terminar la cadena agroalimentaria sostenible, la generación de tejido industrial, políticas de pesca sostenible y la política de bienestar animal.