Estas son las facetas desconocidas de Mario Casas

No hay persona que no conozca acerca de la vida de Mario Casas. Es toda una estrella a nivel nacional, e incluso ha cruzado el charco en varias ocasiones. No solo es el guaperas que todas las adolescentes tienen y han tenido en sus carpetas, es todo un actor.

Pero esto no es ninguna novedad, sabemos mucho acerca de su vida como actor. Incluso tenemos mucha información acerca de su relación con la actriz Blanca Suárez. Pero siempre queremos más, y por ello, aquí te muestro un poco más de él.

Mario Casas está muy enmadrado

Mario Casas

¿Recuerdas 3 metros sobre el cielo? En ella podíamos ver el desprecio que sentía hacia su madre. Aunque a medida que avanzaba el filme, descubrimos que esto no había sido siempre así. En realidad, siempre había estado muy unido a ella, hasta que descubrió una horrible traición.

Pues bien, la realidad sobre su familia y su relación con su madre dista mucho de esta película, la cual le dio un gran nombre como artista. La verdad es que está absolutamente enmadrado.

No puede vivir sin su madre, es más, en un cuestionario con su hermano, les preguntaron quién de los dos estaba más apegado a ella. Por supuesto, Mario Casas salió como vencedor.

No le avergüenza reconocer que necesita tanto a su madre. Ella le tuvo cuando solo tenía 17 años, por lo que son como amigos. Tanto su madre como su padre tienen una mentalidad muy abierta y moderna, normal que se lleven tan bien.

Soñaba con ser bombero

Actor posando

No nos alertemos, esto quedó en un antiguo sueño del actor. ¿Quién no ha soñado con ser astronauta, bombero o policía? Todos de pequeños hemos tenido esas aspiraciones, pero no suelen cumplirse.

A medida que crecemos, descubrimos lo que realmente nos gusta, y vamos cambiando nuestra manera de ver las cosas, y cómo las enfocamos de cara al futuro.

Mario Casas tenía dos ideas en mente, la de bombero o la de profesor de educación física. Y es que el actor ha sido siempre un apasionado del deporte. Aunque cuando era más joven, era algo bajito, y solían burlarse de él.

Pero poco le duró, a los 7 años comenzó a trabajar en anuncios publicitarios, y descubrió que era lo que de verdad quería hacer. Aunque no le fue muy bien en su primera película, ya que le echaron una semana después.

Es muy familiar

En la familia de Mario Casas, son cinco hermanos, él es el mayor de todos. Después está Sheila, sigue Christian, el penúltimo es Óscar, y el más pequeño, con cinco años, Daniel.

El actor confiesa que su hermano Daniel lo ve casi como si fuera un padre, por lo que ya está practicando para cuando tenga los suyos. Asegura que le gustaría tener al menos dos hijos varones, pero que prefiere esperar hasta los 38 años.

A pesar de esta espera, Mario Casas reconoce que es un chico muy familiar. Para él, sus padres son como amigos. Por no hablar de sus hermanos, aunque con quien mejor se lleva de ellos es con la única chica, Sheila.

Mario Casas fue un mal alumno

No fue necesario buscar a los profesores de Mario Casas para resolver esta duda. Él mismo confesó que en su juventud no era muy buen alumno. Y no es que fuera un chico problemático, es que los estudios no eran lo suyo.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»176985″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

No gozaba de buena memoria entonces, y curiosamente, tampoco ahora. El actor tiene ciertos problemas para memorizar su guiones. Esto ha provocado un sinfín de risas en el set de grabación, ya que es habitual que se quede en blanco.