Botín, Dancausa y Gual arrasan con sus bancos digitales sin pedir vinculación

¿Quién dijo que fintech y bancos no podían ir de la mano? Cuando empezaron a aparecer las primeras fintech en España y tras el acelerón que han metido en los últimos dos años Bnext, que supera los 400.000 clientes en España o N26 que se acerca a los 600.000, la polémica se centró en su regulación y en concreto, en que las condiciones de unos y otros fueran las mismas.

Hace no mucho -en 2017 concretamente- la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, defendió durante su intervención en la X Conferencia Internacional de Banca que “si das un préstamo, das un préstamo. Independientemente de si eres un banco o no” y que lo mismo debería aplicar con los depósitos.

A finales de 2019, el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, denunciaba durante su participación en Fórum Europa que las fintech no dejaban avanzar a la banca tradicional. En su opinión, contribuyen a la “fragmentación” del sector con servicios que tradicionalmente se hacían de manera conjunta entre entidades. Y ha sido la digitalización la que ha traído consigo esta “potencial competencia”.

También argumentaba que no dependen de oficina, ni de personal. Y aún con precios bajos están dispuestos a “perder dinero durante bastante tiempo” porque cuentan con importantes inversores por detrás. Sin embargo, Gual detectaba un fallo y es que para llegar al número de clientes que ellos tienen, las fintechs “necesitarían una inversión significativa”.

Es curioso, porque precisamente estas dos entidades han apostado en el mismo tiempo por lanzar o relanzar sus propios bancos 100% digitales y sus características se asemejan bastante a las que ofrecen aquellas que ellos llaman competencia. Además, no les ha ido nada mal.

OBJETIVO: JÓVENES 

El objetivo de Santander, CaixaBank y Bankinter se centra en captar clientes jóvenes, sobre todo millennials, a los que no se les exigen condiciones de vinculación y se les atrae con descuentos y ofertas de ocio que van más allá del producto típicamente bancario. Y lo hacen a través de sus bancos 100% digitales, Openbank, Imagin y EVO Banco (respectivamente). El discurso cambia para los clientes de una cuenta tradicional en las entidades tradicionales.

CaixaBank lanzó en enero de 2016 imaginBank con el objetivo de captar medio millón de clientes de la generación millennial a finales de 2017. En junio del año pasado, cuando ya contaban con 2,6 millones (incluyendo tanto los usuarios del banco móvil como los del segmento infantil y juvenil de CaixaBank) la entidad decidió transformarlo. Cambió el nombre a Imagin, el logo pasó a ser verde y se transformó en una plataforma dedicada ofrecer servicios digitales para jóvenes, financieros y no financieros.

Según explicó entonces el consejero delegado, Benjamí Puigdevall, el foco estaba puesto en alcanzar los 4 millones de usuarios en 2024. Pero llegarán mucho antes, pues precisamente este lunes informaban que a cierre de 2020 ya habían alcanzado los 3 millones de usuarios. Y en concreto, que habían crecido un 15% desde (más de 400.000 clientes) desde que relanzaron su imagen.

Los orígenes Openbank se remontan a mucho tiempo antes. Nació hace 26 años, pero fue en mayo de 2017 cuando el Banco Santander dio un giro a su logo, página web y aplicación móvil para convirtiéndose en una entidad 100% digital. Actualmente cuentan con 1,4 millones de clientes y se ha expandido por Alemania, Portugal y Países Bajos. En julio de 2020, consiguió licencia bancaria para Argentina y prevé comenzar sus operaciones allí en el primer semestre de 2021.

En septiembre de 2018 Bankinter se sumó a la fiesta al alcanzar un acuerdo para adquirir el negocio bancario de EVO Banco (que llevaba en pie desde 2012) y Avantdcard Irlanda (entidad especializada en tarjetas y préstamos personales, que ya formaba parte de EVO). Fue en junio de 2019 cuando se incorpora al grupo con dos objetivos: potenciar su modelo de banca digital y sumar clientes de un perfil joven. Según los últimos datos aportados por la empresa, ya han alcanzado los 878.800 clientes.

SACAN LA ARTILLERÍA PESADA

Los bancos 100% digitales de Santander, CaixaBank y Bankinter han sacado la artillería pesada para hacer frente a la creciente competencia, más si cabe en un contexto marcado por la pandemia y el acelerón digital. EVO Banco eliminó el pasado mes de octubre cualquier tipo de condición para poder ser cliente de la entidad. Se trata de la mayor ofensiva comercial en sus ocho años de historia. La mejora aplica a sus antiguos y nuevos clientes y supone el acceso universal, gratuito, sin comisiones ni suscripciones a todo el catálogo de servicios financieros y tecnológicos del banco.

En palabras de Enrique Tellado, director general de EVO, “mientras el sector financiero tiende a aumentar las comisiones a sus clientes, en EVO ofrecemos la mejor oferta de servicios que hemos tenido nunca y lo hacemos sin coste y sin ataduras”.

Precisamente las comisiones y sobre todo, las exigentes condiciones de vinculación que piden ahora los bancos tradicionales, es lo que quieren evitar estas entidades. Al final, todas ellas funcionan sin oficinas y hacen sus operaciones a través de página web o app del móvil. Y precisamente por esto se han posicionado como plataformas digitales que ofrecen muchos más servicios que cuentas bancarias.

OFERTA NO BANCARIA

En este sentido, EVO Banco destaca que sus clientes no financieros representan desde hace un año una creciente comunidad de usuarios interesados en su propuesta digital. Estos clientes disfrutan de un acceso en condiciones preferentes al e-commerce de productos tecnológicos del banco (EVO Place) así como a una versión abierta de banca móvil que ofrece funcionalidades como el agregador de cuentas de terceras entidades, análisis de salud financiera o asistente virtual para consultas bancarias. Y gracias a eso, a lo largo de 2020, uno de cada tres EVO Lovers se ha vinculado como cliente financiero durante los primeros meses de relación con EVO.

Imagin ha decidido ofrecer servicios y contenidos digitales en torno a cinco grandes áreas temáticas: música, videojuegos, tendencias, tecnología y sostenibilidad. Asimismo, ofrece experiencias y ventajas especiales en ámbitos como los viajes o la movilidad urbana. Para ello ha creado tres niveles que varían según la edad: ImaginKids (hasta los 11 años, con foco en la educación financiera a través de juegos), ImaginTeens (para adolescentes de 12 a 17 años y con soluciones para las primeras compras e iniciarse en la gestión de las finanzas personales) e Imagin (a partir de 18 años, con oferta financiera y no financiera). Cada usuario decide si quiere vincularse y de qué manera. Pero lo normal es que una vez dentro, termines por abrir una cuenta con ellos.

Openbank no ha vuelto a hacer cambios desde hace cuatro años, pero se ha consolidado como la entidad digital que ofrece la mejor cuenta corriente para aquellos que no quieran tener que cumplir condiciones a cambio de la no pagar comisiones. Su cuenta corriente es gratuita se domicilien ingresos o no, también la tarjeta de débito. La entidad tampoco cobra gastos por retirar efectivo a débito en todos los cajeros de Banco Santander en España. Además, tiene una amplia oferta de promociones bancarias y descuentos en viajes y hoteles, alquiler de coche, comercio textil y restauración.

De esta manera, las fintech de la banca tradicional han conseguido ir sumando clientes y también vincularlos con una política muy distinta que la que aplican en las cuentas tradicionales de Santander, CaixaBank o Bankinter. Y parecerse más a lo que ofrecen Bnext o N26.