Acciona se enfrenta a un problema de caja (y de deuda)

Mala digestión. Así se puede definir la respuesta de los mercados a los resultados cosechados por Acciona durante el primer semestre de 2019: acabó cayendo un 3,76% en el parqué. Y eso que la compañía a los mandos de José Manuel Entrecanales cerró el periodo de enero a junio con un beneficio neto de 155 millones de euros. Cierto que se trata de un descenso del 16,5% respecto al mismo periodo del año anterior, pero conviene recordar que entonces la compañía registró ingresos extraordinarios por la venta del negocio termosolar en España y la salida de Transmediterránea.

“La fuerte generación de caja y la restructuración financiera han sido los aspectos más positivos de los resultados”, señalan desde el departamento de Análisis de Bankinter. Pero matizan: “El foco estará en la generación de caja para la segunda mitad del año”. Porque la compañía tuvo buenos resultados en términos de generación de cash flow (163%) gracias al cobro de la indemnización del estado australiano de Nueva Gales del Sur. Se ponía así fin a la disputa del contrato por el tren ligero de Sidney. Un flujo de entrada que ha contribuido al ebitda de la parte de Infraestructuras en un 27,5% (251 millones de euros).

“La generación de caja de Acciona depende en gran medida del comportamiento del working capital, partida que es muy difícil de estimar”, indica Ángel Pérez Llamazares, analista de Renta 4. Se trata del fondo de maniobra, que indica la liquidez de la empresa al medir la capacidad de hacer frente a sus deudas más cercanas. En el caso de que continuara siendo favorable, “permitiría afrontar inversiones superiores dados los planes que hay de cara al futuro con las renovables”, añade el analista de Renta 4.

La generación de caja de Acciona depende en gran medida del comportamiento del working capital, partida que es muy difícil de estimar

Otro de los aspectos que podrían ser determinante durante lo que queda de 2019 tiene que ver con la deuda neta. La misma se situó en 4.738 millones de euros. Es decir, que ha crecido un 9,4% respecto a la del cierre de 2018 (405 millones de euros más). Sólo cumplirá los objetivos marcados a final de año si mantiene la deuda controlada, algo que parece que, de momento, no es así. Dicha deuda sería todavía más elevada si incluyéramos el efecto de la NIIF 16, ya que alcanzaría los 4.951 millones de euros.

“La deuda ha crecido por la nueva normativa contable que obliga a contabilizar os alquileres como deuda y por las inversiones que ha hecho. Si continúa con el fuerte nivel de inversión, algo que se prevé, esperamos que la deuda se mantenga en unos niveles de apalancamiento similares a los actuales con un cierto margen en positivo o negativo”, señala Àngel Pérez Llamazares.

Según Acciona, la variación en la deuda neta corresponde a la combinación de un cash flow operativo de 359 millones de euros, un cash flow neto de inversión de -701 millones (incluye las inversiones en circulante inmobiliario), y un cash flow de financiación y otros de -63 millones de euros (-117 millones de euros en el mismo periodo del año anterior que incluyó la inversión destinada al programa temporal de recompra de acciones.

LA CIFRA DE NEGOCIOS DE ACCIONA

La cifra de negocios de Acciona presentó luces y sombras. Aunque aumentó un 1,3%, para llegar a los 3.570 millones de euros, fue Energía (+1,2%) e Infraestructuras (+5,8%) quienes mostraron un mejor comportamiento, mientras que Otras Actividades (Inmobiliaria, Bestinver, Corporación…) cayó un 37,3%.

“La división de Energía muestra un avance del 4,8% en ebitda gracias a la contribución de nuevos activos (309 MW, es decir, un 4% más) y los mayores precios en España (un 3,2%, para llegar a los 51,7 euros/MWh)”, indican en Bankinter. Dos factores que han compensado un bajo factor de carga en la división por condiciones meteorológicas caracterizadas por la poca lluvia y viento.

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Desde Bankinter también destacan la reducción en un 11% de los gastos financieros de Acciona “gracias a una menor deuda media y un menor coste de la deuda”. Ha bajado al 3,4% desde el 3,6% del mismo periodo de 2018. De cara al futuro, y según dijo su presidente durante la última junta de accionistas, Acciona confía en un repunte de la inversión en renovables por la estabilidad regulatoria. En su plan está pasar de los 1.600 MW a los 2.000 MW en 2021. Tampoco descartó acudir a las futuras subastas de renovables (algo que no ha hecho hasta el momento), o acudir al mercado. Sin olvidar su entrada en el AVE a finales del próximo año cuando se abra a la competencia.