El “Valle de los Inmortales” la Ciudad inspirada en la mitología China

«De ensueño»; «como sacado de un cuento de hadas»; «de los lugares más hermosos que puedes conocer», son algunos de los comentarios que dejan los usuarios ante las imágenes de esta increíble ciudad en China. Pero por muy ficticio que parezca: es un sitio real.

La ciudad, construida con base en la inspiración de la mitología china, se encuentra en lo alto del monto Sanqing y deja maravillada a quien tiene la oportunidad de visitarla; pero si todavía no la tienes, te damos un recorrido por el lugar a través de este artículo.

El llamado «Valle de los Inmortales» en China

La preciosa ciudad está ubicada en lo alto del monte Sanqing, en la ciudad de Shangrao. Se conoció que China gastó más de 350 millones de dólares para construir esta imponente ciudad inspirada en su mitología. Las edificaciones se encuentran a 110 metros de altura sobre los acantilados, dando el efecto de que hubieran crecido de forma natural.

Las vistas que te regalan estas casas son invaluables, cosas simples mirar un atardecer o las estrellas por la noche, pueden convertirse en un momento de lo más memorable en tu cabeza si visitas esta ciudad que no parece real. Es por esto, que quienes tienen la oportunidad de visitar esta ciudad, no dejan de recomendarla y referirse a ella como «de los sitios más bellos para conocer». Definitivamente, si eres un apasionado de la naturaleza y te interesa la mitología, este lugar tiene un poco -mucho- de cada cosa para ofrecerte.

El monte Sanqing

El “Valle de los Inmortales” la Ciudad inspirada en la mitología China

El monte en el que se ubica la preciosa ciudad inspirada en la mitología china, es una zona geográfica natural con abundantes huellas geológicas. En julio de 2008, la 32.ª Reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco incluyó al monte Sanqing en su lista, y en septiembre de 2012 en la de parques geológicos del mundo.

Es recomendable visitar el monte Sanqing en cualquiera de las cuatro estaciones. La naturaleza pura lo convierte en un lugar en el que cada estación le regala su propio encanto: En primavera, las flores rebosan se roban todas las miradas; en verano, los pinos protegen a los visitantes de los fuertes rayos solares, por lo que es un sitio ideal; en otoño, las rojas hojas de arce inundan sus paisajes; y en invierno, las esculturas de hielo decoran al monte como un mundo blanco de cuento de hadas.