La increíble razón por la que el océano Atlántico y el Pacífico no se pueden mezclar

Estamos acostumbrados a que la naturaleza nos regale fenómenos increíbles que en muchas ocasiones nos cuesta comprender. Entre ellos, quizás uno de los que más dudas causa en la gente, es la pregunta de “¿por qué los grandes océanos no pueden mezclarse?”

Es que varias imágenes de la línea que se forma en la intersección de los dos, como si se tratara de compuestos químicos totalmente distintos, han recorrido el mundo, produciéndose así grandes preguntas de por qué esto ocurre. En este artículo te contaremos sobre este fenómeno de la naturaleza que fue convertido en mito, pero que tiene una explicación científica.

El fenómeno del océano Atlántico y el Pacífico

Ante la divulgación de imágenes como esta, crece la duda de por qué ambos océanos «no pueden mezclarse», pero la realidad es más compleja y la ciencia tiene una explicación para dar sentido a un fenómeno que han recogido numerosos documentales dedicados a los océanos y que las redes sociales han convertido en fábula.

Es que la idea de que el océano Atlántico y el Pacífico no se mezclan, es un mito. De hecho, los dos los grandes que juntos abarcan casi un 50% del planeta están constantemente mezclándose, aunque no de una forma tan fluida como cabría esperar.

Por qué se genera la división entre ambos océanos

La increíble razón por la que el océano Atlántico y el Pacífico no se pueden mezclar

Los compuestos y densidad del agua de cada uno es uno de los principales factores que evita una mezcla instantánea entre el océano Atlántico y el Pacífico. La del Pacífico, más oscura, es más salada y densa, mientras que la del Atlántico contiene una proporción de agua dulce mayor. La diferencia de densidad permite que la dulce permanezca por encima de la salada durante un tiempo antes de mezclarse completamente. Además, el agua dulce del Atlántico viene cargada de sedimentos, lo que favorece la diferencia de color y, de ahí, que parezca que se dibuja una línea entre ambos océanos.

Además de la densidad y los sedimentos, otras diferencias importantes entre el océano Atlántico y el Pacífico son la resistencia de las moléculas y la resistencia a la tracción superficial. Estas propiedades también influyen la forma en la que se mezclan las aguas.

Así es que se devela un mito que circula desde hace años y provoca preguntas y conclusiones misteriosas entre quienes se encuentran con imágenes del punto de encuentro de ambos océanos, cuando solo se la puede explicar científicamente.