El banco holandés ABN Amro cerró los primeros nueve meses de 2023 con un beneficio neto atribuido de 2.151 millones de euros, lo que supone mejorar en un 42,2% el resultado contabilizado en el mismo periodo del año pasado, según ha informado este miércoles la entidad financiera.
Los ingresos operativos entre enero y septiembre fueron de 4.366 millones, un 10% más, incluyendo un crecimiento del 23,7% de los ingresos por intereses netos, hasta los 4.775 millones de euros, mientras que los originados por comisiones y tasas alcanzaron los 1.330 millones de euros, un 0,4% menos. Además, hubo otros ingresos de 472 millones de euros, un 39,9% menos.
Por otro lado, los costes de personal y los provenientes de conceptos varios ascendieron a 1.845 millones y 1.926 millones de euros, respectivamente. Estas cifras fueron un 1,2% superiores y un 14,7% inferiores a las contabilizadas doce meses atrás.
Ya entre julio y septiembre, el beneficio neto de ABN Amro alcanzó los 759 millones de euros, un 2,2% más que un año antes, al tiempo que la cifra de negocio de la entidad escaló a los 2.211 millones de euros, un 2,3% por encima de los ingresos contabilizados en el tercer trimestre de 2022.
Los ingresos por intereses netos del banco holandés aumentaron un 20,1%, hasta los 1.533 millones de euros, mientras que la facturación por comisiones y tasas disminuyó un 2,7%, hasta los 442 millones de euros. Las entradas con orígenes no especificados sumaron 237 millones de euros, un 46,9% menos.
«La demanda de crédito sigue siendo sólida y tanto nuestra cartera de préstamos hipotecarios como la de préstamos a empresas han aumentado. Nuestra cuota de mercado de hipotecas creció hasta el 15% [en Países Bajos], mientras que los precios de la vivienda están subiendo gracias a la mejora de la asequibilidad», ha afirmado el consejero delegado de ABN Amro, Robert Swaak.
Por otro lado, el directivo ha indicado que la participación del Gobierno holandés en la entidad se encuentra ya por debajo del 50%, y que la ratio de capital CET1, la que cuantifica los activos de mayor calidad, se encontraron en el 15% y el 16% medidos con los criterios de Basilea III y IV, respectivamente.