La UE decreta el fin de las calderas de gas

Las calderas de gas son dispositivos esenciales para la calefacción y el suministro de agua caliente en muchos hogares y edificios. Funcionan quemando gas (como gas natural o propano) para calentar agua que luego se distribuye a través de radiadores o suelos radiantes para calentar espacios interiores. Además, proporcionan agua caliente sanitaria para baños y cocinas. Estas calderas son eficientes y cada vez más respetuosas con el medio ambiente, gracias a avances tecnológicos que reducen las emisiones de gases contaminantes. Es fundamental realizar un mantenimiento regular para garantizar su funcionamiento seguro y eficiente, prolongando su vida útil. O lo era hasta hace poco, porque ahora sí que sí, la UE acaba de decretar su final. Te lo contamos todo a lo largo de este artículo, así que sigue leyendo si te quieres enterar de todo.

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Lo nocivo de las calderas de gas

planta de gas renovable (biometano)

Aunque las calderas de gas son ampliamente utilizadas para calefacción y agua caliente, también presentan aspectos nocivos para el medio ambiente y la salud. La combustión del gas libera dióxido de carbono (CO2), contribuyendo al cambio climático y al calentamiento global. Además, emiten óxidos de nitrógeno y azufre, así como partículas finas y otros contaminantes atmosféricos perjudiciales para la calidad del aire y la salud respiratoria. Asimismo, el manejo y transporte del gas también implican riesgos, como fugas que pueden ser peligrosas y contribuir al efecto invernadero. Es vital impulsar tecnologías más limpias y fomentar la transición hacia fuentes de energía más sostenibles y renovables. O lo era hasta hace poco, ya que la UE ha decretado su final.

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Jaime G.
Jaime G.
Periodista, y redactor con experiencia en creación y gestión de contenidos en web y en papel. Periodismo y redacción 24 horas al día.