PharmaMar comienza a convencer, Grifols y Rovi se hunden

Grifols, Rovi y PharmaMar, las tres farmacéuticas que cotizan en el Ibex 35, comienzan a separar sus caminos luego de un mes de septiembre que terminó en números rojos para todas.

Mientras Grifols y Rovi mantienen un camino descendente en la Bolsa de Madrid, PharmaMar comienza a achicar la magnitud de su caída. ¿El truco? El nivel de sus deudas y la confianza -o incertidumbre- sobre los fundamentos de sus negocios.

La situación global, con el fantasma de la recesión rondando a Europa, se agrava con las continuas subidas de los tipos de interés que está aplicando los bancos centrales de todo el mundo para tratar de atajar los incrementos de los precios al consumidor.

El camino de ajustes a las tasas de interés ha agravado los puntos vulnerables de las empresas. Grifols, que registraba al cierre del primer semestre de este año un nivel de endeudamiento de 8.994,1 millones de euros, ha visto cómo se ha borrado el valor de la compañía casi a la mitad. Durante los primeros nueve meses del año, la farmacéutica catalana acumuló un desplome de 47,65%, con una acción que cerró septiembre en 8,88 euros, un nivel que marcó un nuevo mínimo histórico para la compañía.

ANUNCIOS SIN RESULTADOS

La desconfianza que ya pesa sobre la compañía española por sus niveles de endeudamiento se ha incrementado desde agosto pasado, luego de la demanda que recibieron de la estadounidense Cerus Corporation por el cierre del negocio de bolsas de sangre, en el marco de la reestructuración llevada adelante por Grifols. Tras ello, los resultados en el mercado bursátil han registrado un empeoramiento y no parecen tocar fondo.

La compañía ha hecho lo posible para lograr el visto bueno de los inversionistas. Recientemente, su consejo de administración aseguró a través de un comunicado que evaluaba «varias alternativas estratégicas» para reducir su deuda y mejorar el flujo de caja de la compañía, aunque sin dar mayores detalles. También, prometió volver a presentar sus resultados financieros de forma trimestral.

Este lunes, incluso, informó sobre el retiro de su presidente, Víctor Grifols Roura, quien es sustituido de forma inmediata por Steven F. Mayer, una decisión que todavía no ha sido medida por los mercados.

«Su consejo de administración aseguró a través de un comunicado que evaluaba ‘varias alternativas estratégicas’ para reducir su deuda y mejorar el flujo de caja de la compañía, aunque sin dar mayores detalles»

Mientras tanto, Rovi no enfrenta un problema de deuda, pero sí de confianza. Aunque los resultados de la farmacéutica dan cuenta de una caída de 38% en lo que va de año en el valor de sus acciones que cotizan en la Bolsa de Madrid, los agentes de mercado confían en las acciones de la compañía.

Uno de los negocios del laboratorio farmacéutico español es la fabricación, en conjunto con Moderna, del principio activo de la vacuna ARN mensajero (ARNm) contra la COVID-19, en un acuerdo con una duración de diez años.

LA INCERTIDUMBRE ARROPA A ROVI

El «compromiso de inversión brutal», como lo calificó el presidente de Rovi, Juan López-Belmonte, a mediados de año, está acompañado de perspectivas favorables. Pero los mercados esperan que revierta las caídas registradas en el mercado bursátil, y creen que una vez que la acción rompa el nivel de los 50 euros, la historia cambiará para la compañía. La acción de Rovi cerró el mes de septiembre en 44,20 euros, a menos de seis euros del nivel esperado por los inversionistas.

Las acciones de Rovi, de acuerdo al consenso de mercado de Bloomberg, se estiman en un precio objetivo promedio de 75,26 euros. Pero otros analistas creen que los papeles de la compañía están subvaluados y que su valor justo más bien apunta a 54,77 euros la acción.

El acuerdo con Moderna, la posibilidad de extender ese rubro de negocio a China y los resultados que registró la empresa en el primer semestre han favorecido las expectativas que todavía no se cristalizan. Los ingresos operativos de Rovi se incrementaron en un 31% en la primera mitad del año, hasta alcanzar los 380,4 millones de euros, según anunció la compañía.

PHARMAMAR CERCA DE BORRAR EL MAL CAMINO

La farmacéutica PharmaMar está a un euro y algo de distancia de borrar el año malo que, hasta los momentos, ha tenido en la Bolsa de Madrid. En lo que va de 2022, la compañía ha perdido un 2% de su valor en el mercado bursátil, en medio de la incertidumbre generada por algunos negocios no muy lucrativos que PharmaMar ha decidido soltar.

Genomica, la pequeña filial dedicada a fabricar pruebas de COVID-19 que la compañía decidió soltar, ha sido el último movimiento para buscar mejorar los números de la compañía. Las ventas de Genomica en 2021 fueron deficitarias y cayeron el 61% para ese año. PharmaMar registró pérdidas netas por 3,2 millones de euros el año pasado por negocios, como el de Genomica, que estaban drenando su flujo de caja y desviándola del negocio oncológico.

«Aun con niveles de incertidumbre elevados, los mercados consideran que un valor justo para la empresa es de unos 67,59 euros por acción, trece euros por encima de la cotización actual»

Para los analistas, PharmaMar, cuya cotización en bolsa cerró septiembre en 54,36 euros, tiene un valor justo que está por encima de ese nivel. Aun con niveles de incertidumbre elevados, los mercados consideran que un valor justo para la empresa es de unos 67,59 euros por acción, trece euros por encima de la cotización actual.

Entre tanto, PharmaMar ha anunciado recientemente que su socio, Boryung Corporation, recibió la aprobación condicional de comercialización de Zepzelca (lurbinectedina) por parte del Ministerio de Seguridad Alimentaria y Farmacéutica de Corea del Sur para el tratamiento de pacientes adultos con cáncer de pulmón microcítico metastásico con progresión de la enfermedad en o después de quimioterapia basada en platino.