La Reserva Federal de Estados Unidos ha decidido recientemente subir los tipos de interés otros 0,75 euros, hasta situarlo en el 2,5%. Si lo comparamos con las lentas y tímidas del Banco Central Europeo, parece algo agresivo, pero si miramos a la otra época con niveles de inflación similares a los actuales, es decir, los años 80, parecen niveles bajísimos, ya que entonces se superaban con creces incluso los dos dígitos.
Sin embargo, con esta inflación más la crisis, cualquier mínima subida es otra piedra en el camino o golpe fuerte para muchos ciudadanos, sobre todo aquellos que tienen el mayor y más duradero gasto de su vida, el de la hipoteca. Pero veamos en qué más te afecta esto y el porqué de tales aumentos progresivos… y lo que queda en teoría.
LO QUE HA HECHO EL BCE
Si la Reserva Federal subió 0,75 puntos y están en 2,5% de tipos de interés, ¿cómo va la Unión Europea y qué ha hecho el BCE? Pues también recientemente subió tipos, pero en este caso 0,50 puntos, que es la tasa actual, puesto que hasta hace poco incluso estábamos en negativo.
Como vemos, estamos muy alejados de Estados Unidos, que ya parece entrar en recesión, a pesar de su casi pleno empleo. Sin embargo, para hacerte una idea de dónde venimos, es la mayor subida en 22 años en la Unión Europea. Al fin han reaccionado y se han unido a la mayoría de institutos emisores del mundo. Veremos si todo ello frena y disminuye la inflación o es tarde y acabaremos en estanflación, es decir, inflación alta y recesión económica, la auténtica tormenta perfecta en economía que todos temen.
TIPOS DE INTERÉS CONTRA LA INFLACIÓN
Cuando subes tipos, fomentas el ahorro y frenas el consumo, provocando bajada de precios y por tanto bajada de la inflación. Una inflación muy baja o muy alta suele impactar negativamente en la economía y desembocar en una recesión, que es lo que se pretende evitar también o minimizar. ¿Será demasiado tarde?
España tiene una inflación de dos dígitos, superior al de muchos países de la UE y del resto del mundo pero lejos de otros casos más sangrantes como el de los países bálticos, donde superan el 20% (si bien muy influenciados por su total dependencia del gas ruso).
QUÉ SUPONE EN LO PRÁCTICO
En resumen, los mercados financieros han tensionado las condiciones financieras. Esta reacción se refleja en los mercados interbancarios y en el euríbor. En el plazo de un año ha repuntado desde el –0,50% a finales de 2021 hasta superar el 1% en la segunda quincena de junio.
Y aquí entran las hipotecas, esa espada de Damocles que muchos ciudadanos ven apretando más tras esta subida de tipos. La razón es que el euríbor a 12 meses es utilizado habitualmente como referencia del precio de las hipotecas variables en España.
Aunque el BCE no fija el euríbor, sus decisiones tienen una influencia determinante. Otra consecuencia de la no soberanía económica de facto. En otras palabras, el euríbor a 12 meses refleja el promedio al que se espera que estén los tipos a más corto plazo durante los próximos 12 meses, más una prima. Toca hacer números.
LA SUBIDA DE TIPOS DE INTERÉS A CORTO PLAZO
Seguimos hablando de las hipotecas. Y es que es cierto que esta normalización y ajuste monetario influye negativamente en las hipotecas con tipos variables, no fijas, obviamente. Además, la subida de tipos tendrá un impacto limitado en los hogares recientemente hipotecados.
Lo que es inevitable es una tasa de inflación alta para al menos los próximos meses, con lo que se suma gasto extra sobre gasto extra: tu dinero vale menos, los bienes cuestan más y si tienes deudas te cuesta más ir devolviéndolas. Eso sin contar con que estas subidas aún son tímidas y seguirán produciéndose más. Las presiones inflacionistas obligarán al BCE a aumentar de forma gradual y sostenida los tipos de interés en los siguientes meses, no hay otra. Veremos si al nivel estadounidense.
La Reserva Federal de Estados Unidos ha decidido recientemente subir los tipos de interés otros 0,75 euros, hasta situarlo en el 2,5%. Si lo comparamos con las lentas y tímidas del Banco Central Europeo, parece algo agresivo, pero si miramos a la otra época con niveles de inflación similares a los actuales, es decir, los años 80, parecen niveles bajísimos, ya que entonces se superaban con creces incluso los dos dígitos.
Sin embargo, con esta inflación más la crisis, cualquier mínima subida es otra piedra en el camino o golpe fuerte para muchos ciudadanos, sobre todo aquellos que tienen el mayor y más duradero gasto de su vida, el de la hipoteca. Pero veamos en qué más te afecta esto y el porqué de tales aumentos progresivos… y lo que queda en teoría.
EL OBJETIVO DEL BCE
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha sido clara: el BCE pretende “asegurar la vuelta de la inflación al 2% a medio plazo”. Cuando habla de medio plazo se refiere a 2024, ya que estas medidas progresivas conllevan un proceso lento en la economía.
Sin embargo, cualquier decisión, y más de un calado como este, siempre cuesta llegar a un consenso entre los miembros comunitarios, y la subida de tipos de interés ha sido un ejemplo claro. Y es que afecta negativamente a los países más endeudados como España, Grecia e Italia.
A más deuda, más intereses que pagar; y a más altos los tipos, más cantidad a devolver. Un drama para estos países. En España concretamente solo el pago de los intereses de la deuda supone el 2% del PIB (unos 25.000 millones de euros). Tenemos uno de los mayores déficit estructurales de la UE. Así que vaya si afecta la subida de tipos a nuestros hogares pero también al Estado, y como vemos no siempre positivamente.
De ahí que haya voces que apuesten por una senda prudente, aunque sea al precio de tener una inflación por encima de ese nivel unos años, algo que ayudaría mucho a reducir el volumen de deuda pública (todo un balón de oxígeno para Grecia, Italia, Portugal, Bélgica o España). Un encaje de bolillos complicado, porque siempre mejorarás un factor pero perjudicarás otro.