La alergia es una reacción desmedida del sistema inmunitario ante algunas sustancias externas que interpreta como amenazantes, y son inocuas para el resto de personas. Estas sustancias se llaman alérgenos y pueden ser muy variadas, como polen, polvo, ácaros, las esporas del moho, el epitelio de algunos animales, las picaduras de insectos, ciertos alimentos o determinados fármacos. En España hay más de 8 millones de personas que sufren algún tipo de alergia. La primavera es la estación más problemática en este sentido, porque muchos de estos alérgenos se encuentran presentes en el ambiente en mayores concentraciones, especialmente el polen.
LA ALERGIA PUEDE AFECTAR A LA CALIDAD DE VIDA
La alergia al polen suele provocar una serie de síntomas muy específicos como rinitis y conjuntivitis alérgicas. El cuadro suele incluir estornudos, secreción nasal, sequedad de garganta, lagrimeo, hipersensibilidad a la luz, incluso dolor de cabeza. Es similar a un catarro fuerte, pero sin el componente febril, y aunque se trata de un problema leve, puede resultar incapacitante en algunos momentos. Incluso hay estudios que revelan que entre las cifras de suicidios, hay un mayor porcentaje de personas con alergias graves.
