Acerinox para su actividad en Cádiz y lanza un ERTE por los precios de la energía en España

Acerinox ha paralizado una de las tres actividades que realiza en su fábrica de Los Barrios, en Cádiz, y ha lanzado un ERTE progresivo para sus casi 1.800 trabajadores, ante el elevado precio de la energía en España, que hace «insostenible» seguir con la actividad, informaron a Europa Press en fuentes de la empresa.

La compañía ya ha apagado la acería, que es la primera etapa en la producción del acero, y ahora está pendiente de cerrar también la actividad de laminación en caliente y, posteriormente, la de laminación en frío, que es la última de las tres etapas del proceso de producción.

A medida que se vayan apagando esas dos actividades, el expediente de regulación temporal de empleo irá aplicándose a más trabajadores, con la esperanza de que el Gobierno apruebe un paquete de medidas para contener los precios energéticos para la gran industria.

Fuentes de la compañía precisan a Europa Press que se trata de la única fábrica de todas las que tiene en el mundo que se ha visto obligada a cerrar temporalmente, ya que a la coyuntura actual del precio del níquel y la guerra en Ucrania se suma el ya de por sí alto precio en España de la energía frente al resto de países.

En concreto, Acerinox estima que el gasto adicional que tendrá que afrontar la compañía a nivel mundial por el incremento actual de la energía será de 90 millones de euros anuales, de los que el 80% corresponde a España, un porcentaje que contrasta con el 30% de producción que representa su actividad en el país.

La compañía confirma que el resto de sus fábricas en otros países podrá hacer frente a los movimientos especulativos del precio del níquel, por lo que no prevé más cierres, si bien en España no puede seguir manteniendo la actividad con los precios actuales, que derivan de un entorno regulatorio vinculado al precio más alto que en esos otros países.

Por todo ello, Acerinox defiende estar preparada para volver a activar su fundición y sus otras dos plantas, en caso de que lleguen a cerrarse, en cuanto se tomen las medidas necesarias para paliar los efectos del precio de la energía o vuelvan a estabilizarse los precios.