La fresa de Huelva abre una guerra entre el campo y Europa con el Gobierno de testigo

Sin lugar a dudas, una de las frutas de temporada es la fresa. La región por excelencia en España que produce este alimento es Huelva. Los supermercados nacionales e internacionales se llenan por estas fechas de las míticas cajas de fresas y fresones que provienen de la provincia onubense. Sin embargo, este año los agricultores se enfrentan a una de las campañas más difíciles, donde el aumento de los costes hacen que sus beneficios se vean muy mermados. Además, la competencia feroz fuera de nuestras fronteras solo recrudece la situación.

El 95% de la producción de berries de España se obtiene en la provincia de Huelva. De las 11.740 hectáreas de frutos rojos que hay plantadas en la región, 6.167 son fresas. En anteriores cosechas, los agricultores que se dedicaban a cultivar este producto recogían más de 35.000 toneladas, ingresando alrededor de 1.500 millones de euros. Sin embargo, este año los productores dudan que puedan cubrir los costes.

Según detalla la Asociación de Productores y Exportadores de la Fresa de Huelva, «los productores se encuentran este año con que tienen que hacer frente a unos costes que se han disparado a niveles casi imposibles con incrementos del 20% en las plantas, del 150% en los abonos, del 33% del agua o del 46% en los plásticos. Aún son más espectaculares las subidas que afectan al gasóleo que usan los tractores (+73%) y a la energía eléctrica (+270%). A esto se unen los costes laborales y socio-sanitarios derivados de la pandemia, que se han incrementado en casi un 30% en los últimos tres años».

Aunque aún no saben cuánto se va a incrementar exactamente, ya esperan que la subida sea considerable. «Este año toca aguantar. Hablamos de un producto muy perecedero, lo que nos da poca capacidad de maniobra a la hora de comercializar. El 70% de nuestra producción va a supermercados, que compiten por precio y son los que marcan la cotización realmente. No es factible que nosotros podamos tirar del precio hacia arriba», explica Francisco Contreras, presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva.

«Esta subida la aprovechan países terceros que venden en Europa realizando competencia desleal»

PRECIOS ABUSIVOS PARA LA FRESA

Según denuncia la Unión de Pequeños Agricultores de Huelva, el precio al que se le está comprando el kilo de fresas no llega a los 3 euros. Una cifra muy dispar a como la compra el consumidor, que ronda los 15 euros. UPA Huelva ha catalogado de «indignante» los «abusos» que se comenten con el precio de la fresa a lo largo de la cadena alimentaria. Denuncia que el precio se llega a sextuplicar desde el origen hasta el consumidor. 

La asociación pone de ejemplo la fluctuación que han tenido los precios de las fresas en un mercado de Barcelona. Según UPA, el precio de un kilo de esta fruta en dicho establecimiento rondaba estos días los 15 euros el kilo, habiendo estado la semana pasada a 20 euros. «Es simplemente un abuso y una injusticia se mire por donde se mire». 

Esta no es la primera vez que UPA se queja del baremo de los precios. El año pasado denunció que Carrefour ‘tiró’ el coste de las fresas, lo que catalogaron de competencia desleal. La promoción del supermercado ofrecía el primer kilo a 1,89 euros y el segundo a 0,57, es decir, a 1,23 €/kg si el cliente se llevaba 2 kilos. «Esto es especialmente sangrante en un momento en el que se estaba pagando un precio razonable por kilo. No solo se traslada a la sociedad el mensaje de producto devaluado, sino que se traslada también que la competencia o el pequeño comercio cobra en exceso a sus clientes, mensaje que no es cierto», argumentaban. 

Para eliminar este desequilibrio, UPA lleva desde 2016 peleando por unos precios justos. La organización de agricultores considera que el valor se ve engordado por elementos ajenos a los azares o costes de producción. Consideran que lograr ese equilibrio es la única manera de que el precio del kilo no se dispare en el mercado mientras que lo que recibe el agricultor no varía. 

COMPETENCIA DESLEAL POR PARTE DE OTROS PAÍSES

Buena parte de la producción de fresas que se cosechan en Huelva se venden a otros países. Es precisamente en el precio que fijan los mercados extranjeros donde las asociaciones de agricultores onubenses encuentran otro problema. UPA explica que, por ejemplo, en Italia la fresa se vende a casi la mitad que en España. 

Esta preocupación por el precio de las importaciones también la comparte Freshuelva, que considera que el incremento de costes puede traerles graves consecuencias. «Esta subida puede ser aprovechada por países terceros que venden en Europa sin necesidad de pagar aranceles y con unos costes de producción muy inferiores, realizando una competencia desleal en los mercados». 

Para ambas organizaciones, la solución pasa por aplicar correctamente la Ley de Cadena Alimentaria, aprobada recientemente por el gobierno de Pedro Sánchez. «Ya vamos tarde para aplicar contundentemente la Ley de Cadena Alimentaria pero esperamos que con ella estos comportamientos abusivos que se están produciendo por determinados eslabones de la cadena de valor se impidan y sancionen si es necesario», detalla UPA. 

Según estas organizaciones, la última ley agroalimentaria aprobada por el Gobierno de España es la única que puede frenar esta situación y revertir unos efectos que, ya calculan, van a ser muy negativos. Igual que ocurre con otros cultivos, como la almendra, si el coste es superior a los beneficios tristemente tendrán que dejar de producirlos. 

Lidia Vega
Lidia Vega
Redactora de economía y empresas especializada en Distribución, Alimentación y Consumo