Las confesiones del servicio de Palacio sobre la Reina Letizia

Sabemos que la Reina Letizia es una mujer muy exigente. Lo es con sus hijas, lo es con sus suegros y lo es con su marido. ¿Cómo será entonces la Reina Letizia con el servicio? En no pocas ocasiones hemos podido observar cómo la Reina Letizia echaba miradas matadoras al servicio, a pesar de que las cámaras estaban delante. ¿Cómo será la reina consorte en privado?

A continuación vamos a desvelar algunas de las confesiones del servicio de la Reina Letizia. Es cierto que algunas son mejores que otras y también queda claro que ha cambiado muchísimo en estos últimos años, o eso es al menos lo que han comentado algunas de las personas que trabajaban para ella. No te lo pierdas.

9
El día que Letizia echó a Puskin

La Reina Letizia no es una gran amante de los animales, o al menos no de los animales de compañía, y es que una de sus exigencias al llegar a la Casa Real fue que Puskin, el perro de Felipe, desapareciese de la vivienda.

Puskin, el schnauzer de Felipe, dormía en su habitación y era como un hijo para él, incluso limpiaba él mismo los vómitos del perro y no llamaba a los empleados para que lo hicieran, cosa que sí habría hecho la Reina Letizia. Felipe adoraba a Puskin y formaba parte de su vida, pero parece que Letizia no quería que formase parte de la suya.

Es por eso mismo por lo que Felipe tuvo que despedirse de su gran amigo, del que no hemos tenido más noticias. ¿Qué habrá sido de él?